Conocida es por todos la pasión del príncipe Felipe por la navegación en alta mar y por ello ha querido entregar personalmente los trofeos a los ganadores de la segunda edición de la Barcelona World Race en una emotiva ceremonia celebrada en el Gran Teatre del Liceu de la Ciudad Condal. Con los nervios a flor de piel y acordándose de cada una de las experiencias vividas desde que hincaron esta aventura el pasado 31 de diciembre, los franceses Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron resultaron los grandes triunfadores del campeonato, por delante de los vascos Iker Martínez y Xabi Fernández, y los cántabros Pachi Rivero y Toño Piris.
Don Felipe, que conoce de primera mano la dureza y el esfuerzo que requiere este deporte, quiso felicitar tanto a los ganadores como a todos los participantes porque se trata de “una prueba singular en la que se funden deporte y aventura extrema y en la que se requiere ser de una pasta especial, física y mentalmente”. "Habéis afrontado un desafío increíble y el reto de llegar hasta el final, que es ya todo un éxito, pero yo diría que es una verdadera hazaña", resaltó el Príncipe, que ofreció un discurso en castellano, catalán e inglés.
"Conozco el mundo de la vela porque soy también competidor, pero no de la vela oceánica, aunque me hubiera gustado intentarlo alguna vez. La Barcelona World Race es una prueba única y extraordinaria y felicito a todos los organizadores y competidores. ¡A por la regata del 2014!", concluyó.
Sin embargo, a pesar del triunfo de los regatistas, don Felipe acaparó todas las miradas al asistir al evento con un cambio de ‘look’. Sin la compañía de la Princesa de Asturias que pudiera hacerle sombra, el Príncipe lució su imagen más renovada y tras más de un año ha dicho adiós a su barba. El heredero a la corona española siempre ha sido considerado como uno de los más atractivos de la realeza europea, pero ¿qué estilo le gusta más?
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