La princesa Letizia, la infanta Elena y la infanta Cristina: reinas de las Artes
Las tres damas reales dedicaron su agenda oficial de ayer a la promoción cultural
Las damas de la Familia Real española hacen de cada acto oficial un bello retrato de glamour, una obra lírica de humanidad y una sinfonía de majestuosidad. La y las y son Princesas con arte en el ejercicio principesco y reinas de las Artes en la promoción cultural. Lo volvieron a demostrar ayer en sendas actividades oficiales de temática artística. Y es que, aunque la agenda oficial de las Infantas pierde peso como es natural a favor de la de la Princesa de Asturias, ninguna de las tres faltan a su compromiso artístico.
La Princesa de Asturias presidió en Alcalá de Henares la entrega del XIV Premio Cervantes Chico. Un galardón, promovido por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares con el patrocinio de la Asociación de Libreros de la ciudad complutense, que siempre ha contado con apoyo de la Casa Real y que en esta ocasión contó con la presencia de doña Letizia. A su llegada al Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares, la Princesa fue recibida por las autoridades -la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el Alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González; el Vicepresidente y Consejero de Cultura y Deporte y Portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el Rector de la Universidad de Alcalá, Fernando Galván- y por las multitudes. Doña Letizia recibió una cariñosa bienvenida a su llegada a Alcalá de Henares. Cientos de personas esperaban a las puertas de la Universidad para saludarla y mostrarle su cariño. Ella derrochó simpatía y correspondió a las muestras de afecto deteniéndose a saludar unos instantes antes de presidir la ceremonia de entrega del Premio Cervantes chico.
El galardonado de esta edición, el escritor aragonés Fernando Lalana, autor de libros tan conocidos como Morirás en Chafarinas, recibió su premio de manos de la Princesa y compartió protagonismo con los más pequeños. Para quienes la Princesa tuvo también unas palabras durante un apasionado discurso sobre las ventajas de la afición a la lectura: “Compensa con creces y reconforta de una forma única y especial. Con la lectura ganamos en independencia y autonomía porque leer fomenta el sentido crítico y provoca la inquietud intelectual. Sabemos más y tenemos más argumentos para estimular el razonamiento y la imaginación. Seremos más creativos y tomaremos decisiones más adecuadas en nuestra vida. Hablaremos mejor y entenderemos mejor al otro”.
Otra clase de libros fascinó ayer a doña Elena, y maravillará a los españoles hasta el próximo 9 de enero: los 37 códices de la Capilla Sixtina de Roma que se exponen por primera vez al público en la Biblioteca Nacional de España. La Infanta, acompañada por la Subsecretaria de Cultura, Mercedes del Palacio; la Directora de la Biblioteca Nacional, Gloria Pérez-Salmerón, y el Deán de la catedral de Toledo, Juan Sánchez, inauguró esta exposición y contempló con detenimiento los principales tesoros de este fondo de gran valor histórico-artístico. Durante el recorrido, las investigadoras Elena de Laurentiis y Emilia Anna Talamo, comisarias de la muestra, informaron a la infanta Elena acerca de las vicisitudes históricas de este conjunto de manuscritos de los siglos XV al XVIII profusamente ilustrados con miniaturas, que fueron empleados para uso de los Papas y de los servicios litúrgicos de la Capilla Sixtina hasta la ocupación francesa de Roma.
Poesía para los oídos fue el último acto oficial de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Los Duques de Palma acudieron juntos a un concierto del Orfeón pamplonés en el Kennedy Center de Washington. La Infanta y su esposo, que actualmente residen en la capital estadounidense, acudieron al concierto acompañados por Juan Ramón Corpás, Consejero de Cultura del Gobierno de Navarra. El Orfeón se subirá el miércoles y el jueves al escenario Carnegie Hall, considerado como uno de los cinco mejores auditorios del mundo y donde han actuado personalidades como Liza Minnelli o Tchaikovsky. Las entradas están casi agotadas y sólo unos cuantos privilegiados podrán disfrutar de los conciertos.