Recién llegados de la isla griega Spetses, donde el miércoles asistieron a la boda del príncipe Nicolás y Tatiana Blatnik, los Príncipes de Asturias presidieron este jueves el funeral por el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, asesinados en la mañana del miércoles junto al intérprete iraní nacionalizado español Ataollah Taefy Kalilien mientras formaban a policías en Afganistán.
La ceremonia, concelebrada por el arzobispo castrense Juan del Río y el obispo de la diócesis riojana, Juan José Omella, tuvo lugar en la sede de la Unidad de Acción Rural de Logroño, en la que estaban destinados ambos agentes. Además de los Príncipes, también acudieron la Ministra de Defensa, Carme Chacón, el Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, y los presidentes de La Rioja y Castilla y León.
Tras unos minutos de riguroso silencio se vivió el momento más emotivo del acto cuando los familiares, rotos por el dolor, se dirigieron al patio de armas. Allí, y antes de dar comienzo el funeral, recibieron el pésame de los Príncipes. Don Felipe, vestido con uniforme militar de gala, y doña Letizia, de luto, visitaron la capilla ardiente en un ambiente de extremado recogimiento. Visiblemente emocionados, los Príncipes intentaron consolar a las familias de los guardias civiles.
A continuación, los féretros, envueltos con la bandera nacional y acompañados por los acordes de una marcha fúnebre, eran trasladados a hombros de sus compañeros al patio de armas. Allí, don Felipe prendió sobre las banderas que cubrían los féretros las medallas con las que ambos guardias han sido condecorados: la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil y la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, la máxima condecoración para los fallecidos en actos terroristas o por actos heroicos.
Tras el acto religioso, los cuerpos de los guardias civiles se dirigieron a sus respectivas localidades, donde hoy serán enterrados en la intimidad. El cuerpo del capitán Galera será enterrado en Tarazona de la Mancha (Albacete), por expreso deseo de su familia. Los restos del alferez Bravo serán enterrados en Aranda de Duero (Burgos), donde residía desde pequeño. Por su parte, la comunidad Bahá'í de España enterrará en la intimidad al intérprete Ataollah Taefy este viernes en el Auditorio de Cuarte de Huerva (Zaragoza), donde residía desde hacía diez años junto a su mujer y dos hijos.