Las infantas Elena y Cristina hacen planes en común durante sus vacaciones en Mallorca
Por la mañana se fueron de compras con su madre, la reina Sofía, y con su prima María Zurita; por la tarde, salieron juntas a navegar con sus hijos y acompañadas de Iñaki Urdangarín y unos amigos
Desde que los Duques de Palma se marcharon a vivir a Washington, hace ahora casi un año, ellos y sus cuatro hijos aprovechan siempre que pueden para escaparse a nuestro país. Y este verano, como no podía ser de otra manera, han regresado a Mallorca para pasar sus vacaciones estivales. Los Urdangarín está sacando el máximo partido a su estancia en España, y dado que ahora ven menos a sus familiares, disfrutan como nunca del tiempo que pasan junto a ellos.
Las infantas Elena y Cristina han decidido hacer planes en común mientras comparten días de descanso en la isla balear. Así, las dos se fueron de compras este martes acompañadas por su madre, la reina Sofía, y su prima María Zurita. Las hermanas estuvieron visitando El Corte Inglés y, según informa el diario mallorquín Última Hora en su edición digital, se interesaron sobre todo por los videojuegos.
Las hijas de los Reyes están muy unidas, y aunque ahora no se ven tanto como desearían, hemos podido comprobar que entre ellas sigue existiendo la misma complicidad. Para su mañana de compras por las calles de Palma, las dos optaron por verter ropa cómoda e informal. La infanta Elena lució una camisa blanca sin mangas y unos pantalones piratas, mientras que su hermana y su prima se decantaron por unas bermudas. Llamó la atención el bolso que lucía doña Cristina, un modelo que ya le vimos otros años y que lleva serigrafiada una imagen de sus dos hijos mayores.
Y si la mañana la pasaron mirando escaparates, por la tarde las Infantas salieron a navegar juntas con sus hijos. Junto a ellos también estaba el Duque de Palma, Iñaki Urdangarín. Los pequeños compartieron una hora de diversión en alta mar con unos amigos a bordo de la Somni, la lancha que la Familia Real tiene en la Base Naval de Portopí. Más pequeña que el Fortuna, el gran barco que el gobierno balear regaló a los Reyes para que disfrutasen de las aguas del Mediterráneo, la lancha se ha convertido en el mayor entretenimiento de la familia.