Ya están en Mallorca los miembros de la Familia Real que faltaban. Las infantas Elena y Cristina han llegado ya a la isla balear para disfrutar de unas vacaciones en familia. Los Duques de Palma y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, regresaban Marivent tras haber recorrido como auténticos peregrinos el tramo de Palas de Rei (Lugo) a Arzúa (La Coruña) del Camino de Santiago y haber asistido a la tradicional Misa del Peregrino, celebrada en la Catedral compostelana y oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, mientras la Duquesa de Lugo volvía tras reunirse en Madrid con sus hijos, que pasaran también parte del verano con su padre, don Jaime.
Uno de los primeros planes de las Infantas en la isla ha sido llevar a sus hijos a sus clases de vela. La reina Sofía, orgullosa abuela, acompañó a toda la tropa hasta el puerto deportivo, donde los niños iniciaban un nuevo verano sus prácticas náuticas. Los cinco nietos mayores de los Reyes –la pequeña Irene no asistió al curso de vela debido a su corta edad-, entusiasmados, con muchas ganas de trabajar y equipados con un chaleco salvavidas, salieron a navegar junto a sus monitores por aguas baleares. La Copa del Rey cuenta cada año con menos presencia real, pero las nuevas generaciones ya se preparan para el relevo.