La infanta Elena parece haber decidido marcar tendencia allá por donde pasa. Si después de coronarse como una de las más elegantes en la boda de Victoria de Suecia luciendo un vestido de color fucsia y una ‘torera’, de marcado de estilo goyesco, de Lorenzo Caprile, ahora la hija mayor de los Reyes de España ha sorprendido en la inauguración de una exposición en Valladolid con un conjunto de chaqueta pantalón de lo más colorista, a conjunto con bolso y zapatos en color crema.
La Infanta, que se espera que a finales de julio o principios de agosto se desplace a Palma con sus hijos, Felipe y Victoria, ha optado en los últimos años por un estilo más juvenil y desenfadado que no ha dejado indiferente a nadie, y prueba de ello fue el modelo que eligió ayer la primogénita del Rey.
Doña Elena, que una vez más lució uno de sus ya habituales recogidos, se ha propuesto y ha conseguido mostrar en sus últimas apariciones públicas su lado más atrevido y glamouroso reafirmando una vez más ese estilo que le ha llevado a encabezar cada año la lista de las mujeres más elegantes.
Sin perder ni un solo instante la sonrisa y acompañada en todo momento por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, doña Elena ha inaugurado en Valladolid la exposición "Lo Sagrado hecho Real", que exalta la catequesis iconográfica frente a los vientos reformistas sembrados en el siglo XVI por Martín Lutero. La muestra, de la que la infanta Elena ha destacado la dualidad establecida entre la espiritualidad y el arte, cuenta con 26 pinturas y esculturas del siglo XVII español entre las que están el Cristo Yacente o la Magdalena, a la vez que cuenta con otras obras propiedad de centros como el Museo del Prado o la National Gallery de Londres.