El príncipe Felipe y la princesa Letizia se han calzado hoy las botas de senderismo para poner en marcha su espíritu peregrino y cumplir su compromiso con la Ruta Xacobea. Los Príncipes de Asturias, seguidos por una nube de periodistas y bajo un férreo cordón de seguridad, se han echado a andar esta mañana y se han adentrado entre aplausos y vítores de una veintena de peregrinos en el último tramo del Camino Francés.
Los Príncipes han recorrido un tramo de entre 15 y 18 kilómetros desde la iglesia de San Paio (parroquia de Sabugueira), punto inicial de su itinerario. La comitiva atravesó Lavacolla, Arroyo, Villamaior y alcanzaron Monte do Gozo –el simbólico lugar donde todo peregrino debe gritar ¡Ultreira!- desde donde pudieron contemplar una panorámica de Compostela y su Catedral y donde hicieron unas declaraciones a los medios de comunicación.
El Heredero afirmó que tenían la esperanza de volver pronto y animó a todos a hacer el Camino. También manifestó que pediría al Apóstol Santiago que siga "atendiéndonos, cuidándonos y protegiéndonos" en "estos tiempos difíciles que vivimos todos" y dedicó unas palabras de felicitación al Atlético de Madrid, que ayer ganó la Liga Europa. "La afición atlética también nos dijo que le demos gracias al Apóstol" y añadió, como dijo a lo aficionados, que ayer "toda España era un poquito atlética".
Don Felipe y doña Letizia continuaron la ruta por el barrio de San Lázaro, la avenida do Camino Francés, Concheiros, San Pedro, Casas Reais y Cervantes hasta finalizar en la praza da Quintana. A su llegada a meta, los Príncipes cumplieron con el ritual Xacobeo: atravesaron la Puerta Santa, abrazaron al Apóstol, visitaron la cripta y asistieron a una misa en la Catedral.