Ilusionado y con emoción, el Príncipe de Asturias ha entregado en Barcelona un galardón con su nombre a la tripulación del Imoca Open 60 español Estrella Damm. La embarcación, con Jan Santana como director del proyecto y tripulado por el alicantino Pepe Ribes, el barcelonés Álex Pella y el estadounidense Stan Schreyer, estableció el pasado 21 de abril en 12 días, 6 horas, 3 minutos y 48 segundos el récord transoceánico de navegación entre Nueva York y Barcelona, imponiéndose a sus rivales norteamericanos del W Barcelona Nova Bocana.
El acto de entrega del trofeo, que se celebró el martes por la noche en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Montjuïc, contó también con la presencia del secretario de Estado para el deporte, Jaime Lissavetzky, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el cónsul general de Estados Unidos en Barcelona, Greggory D. Crouch, que leyó un carta de felicitación de Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York.
El galardón se ha otorgado por primera vez y se entregará a partir de ahora cada vez que una embarcación establezca un nuevo récord en la 'New York-Barcelona Transoceanic Sailing Record'. "Agradezco de corazón, como enamorado del mar y de la vela, el que hayáis dado mi nombre al trofeo porque hemos rememorado una vieja tradición" dijo don Felipe, quien aseguró que la regata entre las dos ciudades "cumplía un sueño", pues recordó que su bisabuelo, el rey Alfonso XIII, alentó en 1928 la primera competición de navegación transatlántica entre Nueva York y Santander.
El Príncipe subrayó igualmente que el Estrella Damm ha dado un paso de gigante en la dirección en que apuntaban aquellos sueños y que el W Hotels ha sido un gran competidor en la singladura. “Lo habéis hecho dignamente", recalcó don Felipe. "Habéis establecido un triple récord: el de iniciar una nueva prueba transoceánica; el de unir una ciudad atlántica y una mediterránea y establecer el propio récord que desde ahora será un nuevo reto a superar", agregó el Príncipe de Asturias.
Jordi Hereu indicó que Barcelona y Nueva York "son dos ciudades que siempre han estado unidas y ahora, con esta prueba, mucho más". Por su parte, Jaime Lissaveztky señaló que este récord forma parte de la "gran empresa que es la Barcelona World Race, una prueba que cuenta con el total apoyo del gobierno de España al que represento”. “Además estas iniciativas logran una estrecha relación entre los mares y las ciudades, creando nexos de unión. Este éxito ha sido merced a un gran esfuerzo de las instituciones barcelonesas”, añadió Lissaveztky.
Asimismo, durante el acto se homenajeó al empresario barcelonés Enrique Puig Planas, fallecido el 19 de septiembre de 2008 a los 69 años. Eulalia Alsina, su viuda, acudió al evento acompañada de sus hijos Sara, Jordi, Josep y Oriol, y recogió de manos del Príncipe una escultura, el Trofeo Miraestel. Puig fue el gran impulsor de la Barcelona World Race, la única regata transoceánica en el Mediterráneo. Desde su llegada a la presidencia del Real Club Náutico de Barcelona, Enrique Puig trabajó en uno de sus grandes sueños -una regata que uniese Barcelona y Nueva York- y puso los cimientos del récord que este año se ha hecho realidad.
El Príncipe de Asturias, que realizó su parlamento en catalán, castellano e inglés, saludó con especial cariño a toda la familia de Puig Planas ya que, aunque el sueño iniciado por su bisabuelo no tuvo continuidad, “con el tiempo fue ganando un impulso adicional alentado por entusiastas como Enrique Puig”.
Finalizadas las palabras del Heredero, dio comienzo una cena en la que el maestro de ceremonias, el actor y presentador Abel Folch, anunció la "Barcelona World Race 2010-2011", con lo que concluyó el acto.