Una vez más, doña Sofía ha demostrado su gran aficción por la música, especialmente a la clásica. Ayer acudía entusiasmada al Concierto del Coro de Niños de Windsbach-Deutsche Kammervirtuosen, que tuvo lugar en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid. Así, la Reina mostró su apoyo a este grupo de jóvenes virtuosos de la música y el canto, agrupados en una de las principales formaciones de su categoría.
Pero antes de llegar a la cita, sufrió un pequeño susto, que afortunadamente no tuvo consecuencias. El helicóptero que trasladaba a doña Sofía de Toledo -donde tenía otro acto oficial- a Madrid sufrió una avería en pleno vuelo y tuvo que aterrizar de emergencia. Por el momento, aunque se desconocen los motivos de la avería, sí se sabe que no hubo ningún herido. La Reina, que venía de una visita oficial al Hospital de Parapléjicos de Toledo, tuvo que continuar el trayecto hasta Madrid en coche. El helicóptero pertenecía al Ministerio de Defensa.
La soberana española fue recibida por la Presidenta de Juventudes Musicales de Madrid, Isabel Falabella, y el Director artístico del Auditorio Nacional de Música, José Manuel López. Doña Sofía se sentó en la primera fila del anfiteatro, desde donde presenció el concierto, compuesto, en su primera parte por la 'Misa en sol mayor, D167' de Schubert, y en la segunda, por el 'Réquiem en re menor, K 626' de Mozart.
La Reina no perdió la oportunidad de comentar los detalles del concierto con el director del coro, Karl-Friedrich Beringer, y se mostró cercana y charló con algunos de los niños cantores como Jutta Maria Böhner, Markus Schäffer, Rebecca Martin y Thomas Laske.