La escritora, música, compositora y poetisa Fina de Calderón, que murió la semana pasada en Madrid a la edad de 82 años, recibió ayer un sentido homenaje por sus seres queridos y amigos íntimos en la misa funeral que se celebró ayer por la tarde en la basílica de la Milagrosa de la capital española.
No faltaron a la emotiva despedida la infanta Elena, gran admiradora de la polifacética artista, ni su tía la infanta Pilar, entre los numerosos rostros conocidos asistentes. También dieron su último adiós a Fina de Calderón Margarita Gómez-Acebo con sus nueras Miriam de Ungría y Carla Royo-Villanova, Beatriz de Orleans, la Condesa de Montarco, Charo Palacios; María Teresa Álvarez, viuda de Sabino Fernández Campo; el ex alcalde José María Álvarez de Manzano con su esposa, Leandro de Borbón, Raúl Sénder y Victoria Vera, entre otros.
Josefina de Attard y Tello nació el 21 de agosto de 1927 en Madrid, pero pasó su infancia en un hospital de Francia a causa de una coxalgia y posteriormente desarrolló una estrecha vinculación con la ciudad de Toledo, donde fue propietaria del Cigarral del Ángel, que convirtió en lugar de referencia nacional e internacional para el encuentro de poetas y actividades literarias y culturales. Su formación musical (hizo la carrera de violín) y sus primeros poemas dieron inicio en su infancia, en los años de inmovilidad física en un hospital de la localidad francesa de Berck Plage. Es autora de piezas teatrales como Fuego, grito, luna, poemarios como La cicatriz de arena, ballets como Cancela y El Greco y canciones de éxitos como Caracola. Entabló amistad con muchas de las figuras clave de la cultura española del siglo XX y llegó a conocer en sus años mozos a Federico García Lorca y a Gregorio Marañón.