Igual y diferente a todas será la Navidad de este año de la Familia Real española. Idéntica a anteriores porque las tradiciones navideñas vuelven estos días (como el turrón) puntualmente a Palacio. Distinta a cualquiera por los cambios (de estatus y de residencia) que han experimentado algunos de los miembros reales y que influirán en las celebraciones navideñas.
Vivirán las fiestas con el mismo espítiru navideño de siempre. Los símbolos propios de estas fechas vestirán la Zarzuela -el árbol, con sus bolas de colores, luces y espumillón, y varios nacimientos, entre ellos uno de marfil y coral que perteneció a la reina Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI- y todos se reunirán en torno a la mesa en Nochebuena, sinónimo de reunión familiar en Palacio y una de esas costumbres sagradas. Los Reyes recibirán a sus hijos, sus nietos, así como a la infanta Pilar con sus hijos y sus nueras; la infanta Margarita con su esposo, el Duque de Soria, y sus hijos, María y Alfonso Zurita, y la princesa Irene, hermana de la Reina. Después del discurso televisado del Rey, comenzará la velada con un menú elaborado con sopa de almendras doradas, pavo, besugo, perdices escabechadas o cordero con lombarda. Y, de postre, higos secos, frutas confitadas, dátiles, tartas y turrón.
Los hijos de los Reyes tienen sus propios planes para la segunda parte de la Navidad. Y este año todo apunta a que repetirán el mismo esquema: los Príncipes de Asturias celebrarán el día 25 con los Rocasolano, incluida Telma con su hija y la sobrina Carla, pasarán la fecha de Reyes en casa de Jesús Ortiz y aprovecherán estos días para camuflarse entre los españoles y visitar con sus pequeñas el mercadillo de la Plaza Mayor, asistir a la cabalgata de Sus Majestades los Reyes de Oriente o a un espectaculo infantil; los hijos de doña Elena pasarán probablemente unos días en Soria con su padre, don Jaime, como en las últimas navidades, y los Duques de Palma, que exprimirán al máximo su estancia en España para reencontrarse con familiares y amigos antes de su regreso a Estados Unidos, se trasladarán a Vitoria, donde se reunirán con los padres y hermanos de Iñaki Urdangarín.
La gran incógnita de estas fiestas es si los Reyes y sus hijos también se reunirán en otras fechas además de las de rigor. Si las numerosas citas familiares, las vacaciones más cortas de los Urdangarín -los niños tienen vacaciones desde el 19 de diciembre al 3 de enero, ya que en Estados Unidos no se celebra la festividad de los Reyes Magos-, y otros planes personales permitirán a la Familia Real española retomar la vieja tradición de pasar juntos algunos días más e ir a esquiar a Baqueira. Las fiestas terminarán con la celebración de la onomástica del Rey, cumple setenta y dos años en enero, y la participación de los miembros reales en la Pascua Militar, el día de los Reyes Magos.