Concluidos todos los trámites, el anuncio de la separación civil de los Duques de Lugo podría ser inminente
Los abogados de la infanta Elena y don Jaime de Marichalar esperan la autorización para el lanzamiento del comunicado
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Los pasos previos a la disolución del matrimonio de los Duques de Lugo han concluido y, como se viene publicando en las últimas semanas, el anuncio de su separación civil podría ser inminente. La Casa Real continúa manteniéndose al margen de la situación, por considerarla un asunto de ámbito privado, y elude, por tanto, cualquier comentario sobre la situación. Los abogados de ambas partes, Jesús Sánchez Lombás y Cristina Peña, aguardan la autorización de la pareja para hacer público el comunicado, en el que se informará sucintamente del acuerdo.
A diferencia de la semana pasada, doña Elena tiene un acto oficial programado para el próximo miércoles, en el Salón de Actos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en la Ciudad Universitaria, con motivo de la entrega de la IV edición de los Premios Universidad Empresa, patrocinados por la Red de Fundaciones Universidad Empresa, y Jaime de Marichalar estaría de regreso en España después de una breve estancia fuera, al parecer a causa de una rutinaria revisión médica.
Después de dos años de separación de hecho, sin posibilidad de reconciliación, la Infanta y don Jaime han tomado la decisión de dar el siguiente paso en la ruptura definitiva de su vínculo con una separación de derecho en la que habrían tenido en cuenta consideraciones de tipo institucional, personal, familiar y social. Para la redacción del convenio regulador, se ha consultado el contrato prenupcial y las capitulaciones matrimoniales, que estipulan todos los detalles sobre su matrimonio, descendencia y una posible separación, como así ha sido.
Camino a la nulidad
Pero los Duques irán más lejos. Fuentes de la revista ¡Hola! aseguran que la Infanta podría haber iniciado ya los trámites previos de la nulidad eclesiástica que es la situación a la que aspira como ciudadana católica y como Infanta de España. De confirmarse el proceso de su anulación, este sería tramitado en la sede del palacio de la Cancillería del Vaticano, porque como Infanta de España, hija de Rey, es en Roma donde le corresponde presentar todas las pruebas de que su matrimonio ha sido nulo.