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Los Príncipes de Asturias concluyeron anoche en Nueva Delhi su viaje oficial de dos días a la India. Una visita breve, pero intensa; institucional, pero igualmente emocionante. Porque don Felipe, como su madre, la reina Sofía, siente pasión por “esta tierra que nos cautiva” y porque se trataba de la primera gira oficial por el país asiático de los Príncipes juntos. La apretada agenda discurrió primero en Bombay, donde tendieron puentes para salvar la zanja de la actual crisis económica en el encuentro empresarial España-India, organizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), y se reunieron con la colonia de residentes españoles de la ciudad.
Y finalizó ayer en Delhi. Allí se les voló el tiempo durante su almuerzo con la Presidenta india, Pratibha Patil; doña Letizia se convirtió en la Princesa descalza -se apeó de sus letizios para rendir homenaje al Mahatma Gandhi durante una ofrenda floral en su mausoleo; expandieron el español con la inauguración del primer Instituto Cervantes de la India; hicieron relaciones internacionales en sendas reuniones con el Primer Ministro, Manmohan Singh, y el líder de la oposición, Lal Krishna Advani; conocieron a la colonia española residente en la ciudad y, como broche de oro, asistieron a una cena en su honor en el palacio de Hyderabad, ofrecida por el Vicepresidente de la República, Mohammad Hamid Ansari. Tropecientas actividades con colorido indio.