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La agenda oficial de la Familia Real española vuelve a teñirse de luto. De negro y de tristes despedidas. Nos han dicho adiós esta semana, días después de la partida de Sabino Fernández Campo, el actor José Luis López Vázquez y el escritor Francisco Ayala.
El Rey y los Príncipes de Asturias han acudido hoy al Tanatorio Parque San Isidro para despedir a Francisco Ayala y trasladar su pésame a los familiares del escritor, que falleció ayer en Madrid a los 103 años.
La Reina no ha acompañado a don Juan Carlos por encontrarse de viaje en Palencia, aunque acudió ayer a la residencia del escritor para expresar sus condolencias a la viuda, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond, aprovechando un hueco libre en su agenda oficial entre acto y acto.
Doña Sofía telefoneó al domicilio de Ayala a su regreso de Barcelona, donde inauguró la nueva sede del Conservatorio del Liceu, y antes de participar en Madrid en la entrega del Premio al Cine y los Valores Sociales (concedido por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción de la que ella es presidenta de honor), se acercó a la casa para transmitir en persona su pésame a Richmond.
El Rey, que coincidió en la capilla ardiente con el Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, permaneció unos quince minutos en la sala y después abandonó el tanatorio sin hacer declaraciones y el gesto triste. Don Felipe y doña Letizia, que también han acudido a la capilla ardiente de José Luis López Vázquez en el Teatro María Guerrero de Madrid, sede del Centro Dramático Nacional, para expresar sus condolencias a la familia del actor, fallecido el pasado lunes a los 87 años, llegaron después de que el Rey se hubiera marchado.
Tanto los Reyes como los Príncipes de Asturias enviaron a lo largo del día de ayer sendos telegramas de pésame los familiares del célebre escritor, con quien la Familia Real española mantenía una gran relación y a quien acompañaron en las entregas del Premio Cervantes en 1991 y del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1998.