Ha regresado a España casi dos meses después de su traslado a Washington, ciudad en la que ha fijado su residencia ante la oferta laboral que su marido, Iñaki Urdangarín, recibió de Telefónica, compañía en la que prestaba sus servicios en la Ciudad Condal. La Duquesa de Palma ha vuelto a su ciudad, Barcelona, donde ha vivido y ha trabajado durante años. Allí, además de retomar sus actividades oficiales como Infanta, ha visitado a sus compañeros de La Caixa.
No la ha acompañado esta vez su marido, Iñaki Urdangarín, con el que celebró recientemente en Washington su 12º aniversario de boda, ya que él se ha quedado por motivos de trabajo en Estados Unidos con sus hijos, que poco a poco se van adaptando a su nueva vida y van haciendo amigos.
El motivo principal de esta visita a nuestro país ha sido la inauguración de Sonimagfoto, un salón en el que se muestran las últimas novedades de sonido, imagen y fotografía con los productos más novedosos de este sector. Una cita oficial a la que la infanta Cristina asiste tradicionalmente cada año. Lució para la ocasión un sobrio conjunto de chaqueta y pantalón negro, que adornó con un vistoso broche.
Más moderna e informal la vimos en su vuelta a la oficina. Para su reencuentro con sus compañeros, a los que conoce desde hace años y no veía desde su marcha a finales de agosto, vistió más desenfadada: chaqueta corta gris, camiseta, vaqueros y cinturón y bailarinas de color negro y dos maxi bolsos (gris y cuero). La Infanta parece haberse adaptado muy bien a su nueva vida en Estados Unidos, aunque a la vista está que no descuida ni sus compromisos en nuestro país ni a su gente.