Tras la penúltima jornada de la Copa del Rey de Vela, don Felipe recibió la mejor la recompensa que pudiera imaginar: la Princesa de Asturias y sus hijas acudieron al Real Club Naútico de Palma para recogerlo. Doña Letizia llegó al recinto conduciendo su propio coche, en el que también viajaban las infantas Leonor y Sofía, quienes se convirtieron, una vez más, en las auténticas protagonistas.
Doña Letizia demostró, además, que está a la última en lo que a tendencias se refiere. Eligió un pantalón blanco que combinó con una vaporosa blusa estampada en tonos malvas. Los mismos colores predominaban en los vestiditos de las niñas que, como suele ser habitual, llevaban idéntico modelo. Tampoco se olvidaron de lucir con gracia las típicas mallorquinas, que verano tras verano se convierten en el calzado favorito de pequeños y mayores en la Familia Real española.
A su llegada al Real Club Naútico, la Princesa posó con las niñas, que hicieron gala de su desparpajo habitual. La infanta Leonor volvió a ejercer de herman mayor y cogió en más de una ocasión la mano de Sofía para caminar juntas. Uno de los momentos más entrañables tuvo lugar cuando Leonor sorprendió a los reporteros allí apostados dándole un sonoro beso a su hermana pequeña, lo que provocó más de una sonrisa.
Una vez en el interior del recinto, las Infantas tuvieron la oportunidad de ver los barcos y de compartir parte de la tarde con el resto de tripulantes del CAM, del que el príncipe Felipe ejerce como patrón. Tanto los Príncipes de Asturias como sus hijas charlaron y compartieron risas con el resto de compañeros de don Felipe, que hoy se enfrentarán a la última jornada de la XXVIII Copa del Rey Audi Mapfre. Así pues, esta noche el Rey y los Príncipes de Asturias entregarán estos tradicionales galardones de vela. Una cita de la que son incondicionales durante el periodo estival.
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