El verano de Palma se ha puesto en un solo día al rojo vivo. Periodísticamente hablando, claro. Y es que don Felipe y doña Letizia calentaron ayer cámaras con su primera aparición familiar en la isla balear (un paseo matutino por las calles del casco antiguo de la ciudad) y las recalentaron horas después otra vez con una nueva salida con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, con motivo del tradicional concierto del cantante y compositor mallorquín Jaime Anglada, a beneficio de la Fundación Alex, que promueve la integración de las personas con discapacidades físicas.
El príncipe Felipe se reunió con la princesa Letizia y sus hijas una vez terminada la regata. Tras hacer un posado en la entrada del club, donde fueron recibidos por el Presidente del comité organizador de la 28ª Copa del Rey Audi Mapfre, Javier Sanz, se dirigieron juntos a la terraza del club, donde mantuvieron un encuentro con un grupo de personas que trabajan en las asociaciones de la Fundación Alex en beneficio de los individuos con discapacidad física.
Jaime Anglada interpretó algunos temas de sus cuatro discos y dedicó uno de ellos a su espectadores de excepción: los Príncipes de Asturias. Pero, al otro lado del escenario, las estrellas fueron sus hijas, las Infantas, ambas vestidas iguales como por la mañana, aunque esta vez con vestidos estilo ibicenco de color blanco. Las niñas no dejaron de bailar y de agitar unos globos promocionales de la candidatura de Madrid como sede olímpica. Integraron el entregado público de Anglada la tripulación al completo del CAM, así como por el resto de regatistas participantes en la Copa, que hoy afrontan su cuarta jornada.
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