Eran todo sonrisas [don Felipe] y [doña Letizia], tras la épica victoria de España frente a Rusia, por tres goles a cero, en la semifinal de la Eurocopa 2008. Las palabras del Heredero corroboraron el gesto: el partido fue "una auténtica delicia", aseguró entusiasta a la cadena de televisión Cuatro, desde Viena, al término del encuentro.
La alegría manifiesta era reflejo de cómo habían vibrado viendo el enfrentamiento desde el palco. El [príncipe Felipe] y su esposa, la [princesa Letizia], lo vivieron como verdaderos forofos: entregados con efusividad, sin una pizca de reserva protocolaria. Saltaron y agitaron sus brazos con el primer gol de Xavi Hernández, se abrazaron con el segundo, de Dani Güiza, y casi se besan con el tercero de David Silva, al ser coreados por la hinchada española: "¡Que se besen, que se besen!". "No podíamos disimular", reconoció doña Letizia en declaraciones a Cuatro.
"Muchas posibilidades de ganar la final"
La fiesta continuó en el vestuario. Don Felipe, en representación de la Corona y de todos los españoles, felicitó a los héroes de la jornada. "A todo el mundo le gustaría estar aquí, he entrado a verles y felicitarles y les he dicho que es un privilegio", dijo. El Heredero reconoció que en el vestuario "desbordaba" alegría y que había visto a los jugadores "con la moral muy fuerte" y con "muchas posibilidades" de ganar el título.
El Heredero declaró sentirse "encantado" con la exhibición de buen fútbol de la selección española en las semifinales de la Eurocopa. Triunfo, que permite a los chicos de Luis Aragonés disputar el próximo domingo la final ante Alemania. "Estamos encantados de esta fiesta de fútbol que hemos vivido hoy y que ha sido una victoria tranquila, especialmente después del segundo tanto, por los tres goles de España". Una fiesta que se celebró en todo el país y, especialmente, en la madrileña plaza de Colón, en la que se congregaron numerosos aficionados para animar desde la distancia al combinado nacional.