La infanta Elena vive una nueva etapa de libertad. Desde el "cese temporal de su convivencia" con don Jaime de Marichalar, la hija mayor de los Reyes no sólo ha tomado de forma resuelta las riendas de su vida frecuentando viejas amistades sino también las de su afición favorita: el caballo. Así, la Duquesa de Lugo participó el domingo en el Concurso de Saltos de Toledo, uno de los más importantes del país. Una ocasión en la que, de nuevo, la hemos visto demostrando su destreza en este deporte luciendo la mejor de sus sonrisas. La Infanta pudo disfrutar de un soleado día en compañía de unos amigos practicando uno de sus deportes favoritos, del que había estado alejada varios meses.
No fue, sin embargo, el único rostro conocido que se dejó ver en la competición. Tampoco faltó otro gran enamorado de la hípica: [Cayetano Martínez de Irujo]. El hijo menor de la [Duquesa de Alba] acudió acompañado de su hija, Amina, que pudo contemplar de primera mano el buen hacer de su padre en el circuito, como ya hiciera el pasado enero en Málaga junto a su hermano, Luis, y su abuela, doña Cayetana. En sus ratos libres, el Conde de Salvatierra estuvo muy pendiente de la pequeña, que pasó una agradable tarde junto a su padre.
Otros habituales en estas competiciones se volvieron a dar cita en Toledo: José Bono, hijo del ex ministro del Gobierno, compitió en el concurso de saltos y allí coincidió con Amalia García Obregón, hermana de Ana, que acompañó a su hija Carolina como es habitual. Amalia, gran admiradora de su hija, no paró de apoyar a Carolina durante su participación en la competición.