Traspasado ya el ecuador del verano, la [reina Sofía] se afana, como cualquier abuela, en exprimir estos últimos días en Mallorca en compañía de sus nietos. Con todos ellos, a excepción de los más pequeños -Leonor, Sofía e Irene-, acudió ayer a disfrutar de una función de teatro en el Auditorium de Palma junto a Alia de Jordania, que estuvo acompañada por sus dos hijas, y Tatiana Ratchild y su marido, el doctor Froucheau, grandes amigos de Doña Sofía.
Victoria Federica, con un veraniego vestido de rayas rojas y visiblemente intimidada por la presencia de las cámaras, entró al edificio cogida del brazo de Doña Sofía, a la que seguían Felipe Juan Froilán, Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel que, al ser el más pequeño, iba cogido de la mano de su abuela. El primogénito de los Duques de Lugo y nieto mayor de los Reyes, Felipe Juan Froilán, lució un conjunto en tonos azules formado por camisa y bermudas, que combinó con unas cómodas sandalias iguales a las que lucían dos de sus tres primos, que optaron por vestir camisa azul marino y pantalón pirata en color claro. Por su parte, la reina Sofía eligió para la ocasión una falda larga estampada y una chaqueta rosa, destacando en sus complementos unas llamativas y cómodas sandalias doradas.
Las 'benjaminas', en casa
Los que no estuvieron presentes en la divertida velada fueron las 'benjaminas' de la Familia Real, las dos hijas de los Príncipes de Asturias y la hija pequeña de los Duques de Palma, dada su corta edad. Por ello, las personas que se congregaron en las cercanías del Auditorium para fotografiar a la Reina y sus nietos mayores y que confiaban en ver de cerca a la graciosa Leonor tuvieron que conformarse con un retrato incompleto. Una vez terminada la función, que tuvo buena crítica a juzgar por las caras de los nietos mayores de la Reina, todos regresaron al Palacio de Marivent, su residencia veraniega, donde les esperaba el resto de la familia.