La infanta Sofía era la protagonista del día pero difícil es resistirse a las gracias de su hermana mayor, Leonor, que con veinte meses es una simpática una muñeca de preciosos rizos rubios y sonrientes ojos azules que triunfa en cada una de sus últimas apariciones públicas.
En la presentación oficial de su hermana le robó todo el protagonismo demostrando que ya habla, aplaude y es todo un carácter. Hoy, en la segunda comparecencia ante las cámaras de Sofía, Leonor ha estado más tranquila pero no menos simpática. Mientras se tomaban las fotografías oficiales, ha estado en brazos de su padre o de su abuela paterna, la reina Sofía. Así estaba controlada incluso cuando quería imitar a su madre que colocaba el faldón de la pequeña Sofía. A continuación, Leonor intentaba hacer lo mismo. En cuanto la dejaron caminar, miró primero a las cámaras y después salió corriendo por una de las puertas de palacio devolviendo la oficialidad al evento.
Leonor llevaba un bonito vestido de color marfil conjuntado con sus merceditas y el flequillo sujeto con una horquilla. Una hora después de las fotografías oficiales, durante el bautismo aparecía inmaculadamente vestida y apartada de sus primos mayores, que seguían con más seriedad la ceremonia. Ella iba a lo suyo y su madre, la princesa Letizia, tuvo que recordarle que había que guardar el silencio y que los juegos vendrían más tarde.