Más de 40 años separan estas imágenes. Como separan el noviazgo de los Reyes del de los Príncipes de Asturias. Sin embargo, de no ser por el paso del blanco y negro al color, pudiera parecer que el tiempo no ha transcurrido apenas entre ellas. Las mismas actitudes cariñosas, los mismos intereses, los mismos escenarios... Y, también, entonces don Juan Carlos y [doña Sofía], como ahora [don Felipe] y doña Letizia, con toda una vida por hacer. Entendiendo, claro, que los actuales Reyes de España, a diferencia de los Príncipes de Asturias, tuvieron que empezar dando aquellos primeros pasos, sin poder agarrarse a una sola base sólida que los sostuviera.
Unos y otros recorrieron el país palmo a palmo y se fundieron con su gente en un inmenso abrazo, interesándose por sus problemas; se broncearon con la caricia del sol de Palma y se dejaron llevar por su espíritu marinero en aguas mallorquinas; infundieron categoría soberana al arte del toreo; sucumbieron a Baqueira y a la comezón del esquí, y promovieron la cultura española allá donde iban, mientras regalaban al mundo un sinfín de instantáneas románticas en las que ambas parejas expresaban abiertamente el amor que les unía. Amor que, tanto doña Sofía como [doña Letizia], ofrecieron a la Virgen de El Pilar tras su matrimonio.