Don Felipe y doña Letizia recuerdan a sus víctimas en Atocha
Cuando se cumplen dos meses de los atentados del 11-M
El príncipe Felipe y su prometida, doña Letizia Ortiz, rindieron homenaje a las víctimas de los atentados del pasado 11 de marzo ocurridos en Madrid en una jornada en la que se cumplen dos meses de aquel fatídico día. Don Felipe y doña Letizia se han acercado hasta la estación de tren de Atocha para depositar un ramo de rosas rojas y flores silvestres en el improvisado altar que se ha levantado en la segunda planta de la estación desde hace dos meses, un lugar que se ha convertido ya en un santuario de recuerdo y tributo a las víctimas.
Miles de personas les acompañaron
El Príncipe de Asturias y su prometida fueron recibidos con gran entusiasmo por las cientos de personas que acompañaron a la pareja en este homenaje. Entre el fervor popular y fuera ya del lugar donde se rindió el tributo, se pudo oír algún grito de ¡Vivan los novios! y muchas muestras de felicitación al futuro matrimonio por su próxima boda.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, acompañaron también a don Felipe y doña Letizia en este sencillo pero sentido homenaje.
Con los niños, en un colegio de Santa Eugenia
Tras depositar el ramo de rosas, la pareja se desplazó en compañía de la ministra de Educación, María Jesús Sansegundo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al colegio público Ciudad de Valencia situado en el barrio de Santa Eugenia, donde estalló uno de los trenes de cercanías. Fueron recibidos a las puertas del centro educativo por el director del mismo, Modesto Pardo, y por varios cientos de niños, que esperaban con cierto nerviosismo la llegada de tan ilustres invitados.
Una mezcla de alegría y llanto
'Ha sido una sorpresa, porque no nos dijeron nada hasta ayer mismo. Ha habido mezcla de llanto, porque llevamos dos meses bastante mal, pero también de alegría porque los niños han disfrutado mucho con las visita de los futuros Príncipes de Asturias' comentaba el director del colegio, donde estudian seis alumnos que perdieron a sus progenitores en los atentados.
Tras conversar con los responsables del centro educativo, la pareja, ya sin la presencia de la prensa, ha hablado con algunos de los alumnos y se ha interesado por su estado. Además ha visitado una exposición de dibujos, regalos... que los pequeños han realizado como homenaje a las víctimas.
El autógrafo de don Felipe y doña Letizia
'Cuando han llegado estábamos todos un poco nerviosos pero luego se han acercado nos han hablado, nos han dado la mano y a mí hasta me han dado un autógrafo' comento uno de los alumnos mostrando orgulloso una página de su cuaderno con la firma del Príncipe y doña Letizia estampadas.
El Príncipe de Asturias recibió hoy con suma "alegría y orgullo", la Medalla de Honor de Madrid, en un Pleno extraordinario, al que acudió acompañado por su prometida, doña Letizia Ortiz, que, en palabras de don Felipe, se unió también "en gratitud y aprecio por esta atención en vísperas de nuestro matrimonio, un acontecimiento que queremos compartir con todo el pueblo de Madrid".
Durante su discurso ante la corporación municipal en Pleno, encabezada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, don Felipe elogió "la vocación profundamente democrática" de la capital "en la que he nacido, he cumplido etapas fundamentales de mi formación, y también en la que vivo, y ahora, puedo añadir, en la que deseo formar pronto una familia". Una comunidad que, a menudo, "ha pagado un alto precio por su amor a las libertades" como lo fueron los atentados del pasado 11 de marzo, una "tragedia" a través de la cual "el mundo entero pudo comprobar la valía de un pueblo que no se abandonó a la desesperanza y que, por el contrario, extrajo lo mejor de sí mismo para socorrer a quienes sufrían, así como para plantarle cara al terror".
Asimismo, alabó la "pluralidad" de esta ciudad, que el príncipe Felipe y su prometida han elegido para celebrar su boda "porque el vínculo que mantiene con la Corona reviste para nosotros una naturaleza que, más allá de lo institucional, es también de índole personal".
Los regalos de boda de Madrid
El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, que le hizo entrega a don Felipe de la Medalla de Honor de Madrid, "en reconocimiento a sus valores constitucionales, democráticos y sociales", señaló que en esta ocasión la medalla representa, además, "la esperanza de una ciudad que quiere resurgir" y un "regalo de boda" que pondrá su broche de oro el próximo día 22, fecha del enlace de don Felipe y doña Letizia, en que Madrid demostrará al mundo "que la embestida del terror y la cerrazón no ha conseguido desnaturalizarnos".
Tras este acto, don Felipe y doña Letizia Ortiz, muy elegante con una chaqueta blanco hueso y falda beige maquillaje, se trasladaron, junto a los concejales madrileños y las 200 personas invitadas -personalidades del mundo de la política, de la economía y la cultura-, que habían seguido el Pleno en el Patio de Cristales a través de pantallas, a una carpa montada en una plaza aneja para desenvolver el otro gran regalo de boda con que Madrid les obsequiaba: la composición de Nacho Cano Música para una boda. "Mi sinfonía es una melodía para una historia de amor muy especial", explica el autor, que ha echado mano de "lo solemne, lo romántico y lo emotivo" para trabajar en esta pieza.
Una vez concluido el recital, se sirvió un aperitivo durante el cual el príncipe Felipe y su prometida estuvieron conversando con algunos de los asistentes. Entre los invitados se encontraban: el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano, el juez Baltasar Garzón, el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Fernando Fernández Tapias; el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez; el tenor Plácido Domingo, el bailarín Víctor Ullate, la actriz Nuria Espert, el director de cine José Luis Berlanga y el cantante Miguel Bosé, entre otros.
Don Felipe y doña Letizia asistieron esta mañana a un almuerzo ofrecido por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos, sede del ejecutivo regional. Marcaban las dos de la tarde cuando la pareja llegaba frente a la emblemática Puerta del Sol, donde cientos de personas se habían congregado para ver al futuro matrimonio. La voces de ¡Vivan los novios!, ¡Guapos!, ¡Felicidades!... del público allí congregado alertaron a los 275 invitados, que la Comunidad como representación de las instituciones y el pueblo de Madrid había citado para el almuerzo, de la llegada de la pareja.
El regalo de Madrid
Mientras los asistentes disfrutaban de un cóctel en el patio de la Real Casa de Correos, don Felipe y doña Letizia acompañados por la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, subieron al segundo piso del edificio, donde se les mostró el regalo de boda que la Comunidad de Madrid les ha hecho.
Minutos después los novios bajaban para mezclarse y charlar cordialmente con todos los invitados que poco a poco fueron pasando al otro extremo del patio, donde se había dispuesto un improvisado salón, que curiosamente guardaba bastante similitudes con el que albergará el banquete nupcial. En primer lugar se celebraba en el Patio del edificio (el banquete nupcial tendrá lugar el Patio del Palacio Real); el techo estaba cubierto con una carpa (esta vez de cristal, ya que es permanente) que dejaba pasar la luz natural de cielo de Madrid; la decoración corría a cargo de Ignacio Vicens (experto de arquitectura efímera, que se encargará de la decoración del Palacio Real y la Catedral de La Almudena); y las 14 mesas eran redondas, al igual que las que se usarán el próximo 22 de mayo y también de 10 comensales cada una.
La primavera de Madrid en un salón
El improvisado salón, en palabras de su decorador, trataba de recrear la primavera de Madrid. Para ello se habían colocado un centenar de kentias alrededor del patio y un centro de esternocarpus –pequeñas flores de color morado originarias de Sudáfrica- en cada mesa. Además se había jugado con el rojo, el dorado y el negro a la hora de combinar mantelería, vajilla y cristalería para dar más color al ambiente.
Una vez acomodado todos los invitados (representantes del Gobierno regional, los sindicatos, las organizaciones y federaciones de empresarios madrileños, de la moda, la cultura y los medios de comunicación de la Comunidad de Madrid) la pareja hizo su entrada en el salón. Minutos después Esperanza Aguirre proponía un brindis en honor de don Felipe y doña Letizia a quienes deseó toda la felicidad en nombre del pueblo de Madrid. Seguidamente el Príncipe de Asturias respondía a la palabras de la Presidenta de la Comunidad agradeciendo su felicitación y haciéndolo extensivo al pueblo de Madrid, quien han recibido todo el cariño.
Tras el brindis, se comenzó a servir el almuerzo, servido por la catering Nelo, que constaba de langostinos gratinados con juliana de verduras y arroz pilaff como primer plato; medallones de ternera soubis rellena de foie fresco con setas y patatitas como segundo e imperial de chocolate con coulis de frutas rojas, como postre. Todo ello regado con albariño del Pazo de Santo Mauro de 2003 y vino tinto de Rioja Marqués de Vargas, reserva de 1999.
Probaron la tarta 'Príncipe de Asturias
Además la pareja y sus invitados probaron en este almuerzo la tarta ‘Príncipe de Asturias’, ganadora del concurso organizado por la Asociación de Empresarios de Pastelería Artesana de Madrid y concebida como propuesta de postre para el banquete nupcial. Un pastel que se pondrá a la venta en todas las pastelerías el próximo 22 de mayo. El sector pastelero obsequió además a la pareja con una reproducción de gran tamaño de la Catedral de La Almudena en azúcar junto a un ramo de 17 claveles rojos y amarillos (uno por cada Comunidad Autónoma) también realizados en pasta de azúcar, que se presentaron durante el almuerzo.
Tarde de toros
El futuro matrimonio abandonó la Real Casa de Correos poco después de la cuatro de la tarde. Doña Letizia había elegido para la ocasión un modelo de pantalón y camisa beiges junto a un primaveral abrigo fino de un tono similar aunque algo más brillante. La pareja se mostró en todo momento muy feliz y cordial con todos los presentes y a su salida estrechó la mano a prácticamente el total de los invitados al almuerzo.
En la calle y a pesar de la intensa lluvia, cientos de curiosos esperaban la salida de la pareja y colapsaban las calles aledañas. Al grito de ¡Vivan los novios! el heredero al trono y su prometida decían adiós desde el coche, que les ha trasladado a la plaza de toros de Las Ventas.
Don Felipe y doña Letizia, para sorpresa de los aficionados taurinos –no es habitual ver al Heredero al trono en una corrida de toros-, asistieron esta tarde a la plaza de Las Ventas para presenciar la quinta corrida de la Feria de San Isidro, en la que los diestros José Pacheco el Califa, Eugenio de Mora y Antón Cortés lidiaron toros del Puerto de San Lorenzo.
A su llegada, los prometidos reales fueron jaleados por los asistentes con un ¡Vivan los novios!, al que don Felipe y doña Letizia, que lucía para la ocasión un moderno y vistoso trench blanco y un pañuelo en el cuello, correspondieron con amplias sonrisas.
Con la Fiesta Nacional
El príncipe Felipe y doña Letizia, que acudían por primera vez a un festejo taurino juntos, estuvieron acomodados en el tendido 1, muy cerca de la barrera, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el matador de toros retirado Ángel Luis Bienvenida, recientemente distinguido con la Medalla de las Bellas Artes. Una vez más, como ya nos tiene acostumbrados este mes de mayo, pese a los deseos del Príncipe para que se establezca por fin el buen tiempo, la lluvia arreció en varias ocasiones en el transcurso de la corrida, por lo que la pareja fue cubierta con un gran paraguas que impidió que se mojara.
No impidió, no obstante, que los toreros se lucieran. El Califa brindó su primer toro a la pareja y don Felipe recogió la montera para ofrecérsela gentilmente a su prometida. La misma escena se repitió con el primer astado de Eugenio de Mora y posteriormente con el de Antón Cortés, que ofreció a los prometidos una faena principesca.
Doña Letizia, que es aficionada a los toros, aunque no una gran entendida, se asomó a la Fiesta Nacional por primera vez como futura Princesa de Asturias -frecuentaba el espectáculo taurino en su época de estudiante universitaria-, al igual que hiciera en su día la reina Victoria Eugenia. La Familia Real ha mostrado siempre su apoyo a los toros, especialmente la Condesa de Barcelona, doña María de las Mercedes, recordada como la primera aficionada de España.Asimismo, el Rey, que suele ser fiel a las Ventas, y los Duques de Lugo han respaldado siempre la feria.
Se acerca el final de la espera. A cinco días de la boda del siglo, se ultiman los preparativos nupciales a toda carrera y los prometidos reales han cerrado el ciclo de visitas institucionales antes de su enlace, el próximo sábado 22, con un almuerzo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el Palacio de la Moncloa. El príncipe Felipe y doña Letizia fueron recibidos este mediodía, sobre las dos y cuarto de la tarde, por el Presidente y su esposa, Sonsoles Espinosa, que habían llegado de la mano minutos antes de las dos, en la escalinata del edificio del Consejo de Ministros.
Don Felipe y su prometida, vestida para la ocasión con un traje amarillo oro -un conjunto de dos piezas formado por falda plisada y chaqueta cruzada- con complementos a juego y el pelo peinado con un semirecogido, saludaron afectuosamente a sus anfitriones y posaron sonrientes junto a ellos para la prensa. A continuación, los cuatro se dirigieron al Salón de Columnas y Tapices, donde tuvo lugar la comida con el Gabinete al completo -a excepción del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que no pudo asistir por encontrarse en Bruselas en un consejo de ministros dedicado a la Constitución europea-, además del Jefe de la Casa de Su Majestad El Rey, Alberto Aza, el Secretario General de la Casa del Rey, el Secretario del Príncipe, Jaime Alfonsín, y el Secretario de la Presidencia.
Espejo de la felicidad de España
Una vez en el interior del edificio, tras firmar en el Libro de Honor de la casa, don Felipe y doña Letizia conversaron con los integrantes del Ejecutivo antes de sentarse a la mesa, que presidieron el Príncipe y su anfitrión. Don Felipe estuvo acompañado durante el almuerzo por Sonsoles Espinosa, a su derecha, y por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de Vega, a su izquierda. Zapatero por doña Letizia, a su derecha, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a su izquierda, en su condición de ministra representante de la cartera con mayor antigüedad.
El menú que degustaron consistió en 'pañuelitos' crujientes de bogavante con salsa de carabineros, solomillo de buey al queso picó de Tresviso y como postre, espuma de chocolate con fresas de temporada. Todo ello regado con vino albariño 'Terras Gaudas' y un Rioja Imperial Cuné Gran Reserva 1995. Tras el almuerzo, se realizó un brindis informal por la felicidad de los novios. Zapatero deseó a la pareja que “su felicidad sea el espejo de la felicidad de todos los españoles" y luego leyó el poemo Los justos de Borges.