Dura vuelta a la realidad para Federico y Mary de Dinamarca tras sus familiares vacaciones en la nieve
Federico y Mary de Dinamarca han vuelto a la cruda realidad a su regreso de sus familiares vacaciones en la nieve. Los recientes atentados en el país escandinavo y la situación de crisis del Tercer Mundo reventaban la burbuja de sus dulces días en los Alpes suizos. La Princesa, que es alma, corazón y vida por los más necesitados y hace uso de su cargo y su influencia por todo el mundo para llevar un mensaje de esperanza allá donde todo parece perdido, abrió ayer una visita de tres días a Etiopía, adonde viajaba acompañada por el ministro de Comercio y Desarrollo danés, Mogens Jensen. El primer punto de su agenda oficial fue el campamento de refugiados de Tierkidi, en la provincia de Gambella, donde viven cerca de 49.000 refugiados de Sudán del Sur, y donde la princesa Mary quería poner el acento sobre los derechos de las mujeres en un contexto de crisis humanitaria.
La princesa Mary y el ministro fueron recibidos con música y danza en su visita a la escuela del campamento: un coro de refugiados se encargó de la música y luego dos jóvenes protagonizaron un número de baile callejero. Durante su estancia en la escuela, una joven agradeció a la Princesa la visita y le dijo que significaba mucho para los refugiados, según recoge la revista Billed-Bladet. La visita a Etiopía, que finaliza mañana, continúa en la capital, Addis Abeba, donde la princesa Mary se reunirá con representantes de organizaciones internacionales y otras personas que trabajan con la salud y los derechos de las mujeres, además de con emprendedoras etíopes. Un apretado programa con el que la Princesa vuelve a poner su grano de arena para cambiar la realidad que les ha tocado vivir a aquellos más desfavorecidos.
El príncipe Federico se quedaba en Dinamarca, pero allí tampoco la conyuntura era agradable: el país estaba en duelo por los atentados de Copenhague. Asistió anoche al memorial en recuerdo de las dos víctimas mortales, celebrado junto al centro cultural Krudttønden, escenario del primero de los tiroteos que sacudieron a Dinamarca este fin de semana. El Heredero siguió la ceremonia desde la zona habilitada para personalidades a la izquierda del escenario, junto a numerosas personalidades políticas como la Primera Ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt; su homónimo sueco, Stefan Löfven, y el ministro de Exteriores noruego, Børge Brende.
Unas 30.000 personas, muchas portando antorchas, acudieron durante a una hora a una ceremonia en la que la música se entremezcló con los discursos de políticos y del líder de la comunidad judía danesa, de luto por la muerte de un joven judío delante de la sinagoga de Copenhague. Los oradores enviaron un mensaje de unidad y de confraternización entre las religiones. También a la unidad llamó la reina Margarita en un comunicado difundido con motivo de los atentados, en los que murieron dos civiles -aparte del supuesto autor- y cinco policías resultaron heridos de levedad: "Es importante que estemos juntos en una situación tan grave y que defendamos los valores sobre los que descansa Dinamarca".