Los 'años locos' de juventud de Federico de Dinamarca, muy pronto en una película
El actor y director danés Christian Tafdrup ultima los preparativos para llevar a la ficción cinematográfica la vida de Federico de Dinamarca en los años 90, la década anterior a conocer a su hoy esposa, Mary Donaldson. Según Tafdrup, que ha trabajado en el guión junto a Johs Lynge, la película Federico, sus años jóvenes muestra al joven Heredero al trono “mientras luchaba por aceptar su propio destino”. El proyecto cuenta con el apoyo de las instituciones públicas a través del Instituto de Cine Danés (DFI) que participa con 27.000 euros en concepto de ayuda al desarrollo a este proyecto de Nordisk Film y la televisión privada TV2/Danmark.
El guión se concentra en doce años de la vida del joven Príncipe, de 46 años, desde que cumple los 22 en 1990. Entre las vivencias de este período se encuentra su viaje a los Juegos Olímpicos de Sídney en 2000, donde conoció a la joven publicista Mary Elisabeth Donaldson, a la que acabó llevando al altar en mayo de 2004. Pero también se cuentan sus romances de juventud, algunos polémicos, como los que mantuvo con Malou Aamund y la modelo Katja Storkhom.
En Dinamarca hay cierta expectación por ver cómo se abordan los años más “locos” del Príncipe Heredero, en los que se dejó dominar por su alma rebelde y un arriesgado espíritu aventurero. Algunos medios sensacionalistas especulan también con la supuesta “preocupación” de la princesa Mary ante las posibles “revelaciones” sobre el pasado amoroso de su marido. Sin embargo el director, que ha empleado muchos meses en documentarse y en hacer entrevistas a personas cercanas a la Familia Real, ha asegurado que no busca revelaciones sensacionalistas sobre la vida privada del Príncipe.
Lo que también ha dejado claro Christian Tafdrup es que no se va a ocultar los hechos reales vividos por el Príncipe y que serán tratados con objetividad. “Por todos es sabido -asegura el director- que aunque sabíamos que estaba destinado a ser el Rey, hubo unos años en que los ciudadanos no le consideraban muy adecuado para el cargo. En la película se presenta a un Heredero que tiene que asumir su tarea, pero también es una historia universal sobre un joven que se convierte en adulto. Un veinteañero que busca su propia identidad y el reconocimiento de su familia y del mundo exterior”.
Federico de Dinamarca fue un joven muy intrépido, simpático y aventurero. Amante de la música rock y el tecnorap, incluso actuó como DJ en la radio nacional danesa P3. Su afición a la velocidad, tanto en coches como en motos, le llevó a ser apodado como Príncipe Turbo en esos años de juventud. Se hizo varios tatuajes por todo su cuerpo que, según él, “simbolizan y representan los momentos de mi vida más significativos”.
Pero su faceta de joven Príncipe rebelde se puso de manifiesto, sobre todo, en sus amoríos de aquellos años. Podría decirse que el príncipe Federico se enamoró de varias mujeres no adecuadas para ser la esposa de un futuro Rey.
La primera de ellas la conoció mientras estudiaba Economía y Derecho en la Universidad de Copenhague. Malou Aamund era una joven muy bella pero muy precoz, no en vano a sus 20 años ya estaba divorciada, y algunas malas lenguas decían en las crónicas de entonces que le gustaba demasiado la bebida. El caso es que la noche del 1 de enero de 1992, la policía de la capital danesa detuvo en las proximidades de Palacio un coche deportivo de comportamiento sospechoso por sus cabriolas. Una “alegre” rubia iba al volante, sin permiso de conducir, acompañada de un joven no menos eufórico. Conducidos a comisaría, se hicieron los análisis de rigor con resultados positivos y hubo gran consternación al conocerse la identidad de los implicados: el Principe Heredero y la guapa Malou.
El caso llegó al Parlamento, pues hubo quien de manera exagerada llegó a pedir que se le retiraran al Príncipe sus derechos de sucesión, pero la sangre no llegó al río porque la Constitución danesa estipula que los príncipes reales no pueden ser juzgados por tribunales públicos, sino que es la Reina quien impone el castigo. Y Margarita II no dudó un instante y envió a su primogénito a Estados Unidos a proseguir sus estudios en la Universidad de Harvard, bien lejos de la joven en cuestión. Años después, Malou encarriló su vida y se dedicó a la política y fue elegida parlamentaria representando a varios partidos. Casada con un famoso locutor danés, hoy día es la directora de ventas de Microsoft Dinamarca.
De vuelta en Dinamarca y cuando corría el año 1994, el príncipe Federico volvía a enamorarse de la mujer no adecuada. En este caso se trataba de la modelo de ropa interior Katja Storkholm. Al principio la reina Margarita no dio mucha importancia a este romance pensando que sería un capricho pasajero. Pero el Príncipe estaba tan enamorado de la modelo, hija de un importante empresario cervecero, que llegó a manifestar a su madre el deseo de casarse. La soberana se opuso a esas relaciones y exigió a su hijo la ruptura. El Príncipe no se amedrentó y, como respuesta, hizo unas declaraciones a la prensa en las que afirmaba que "el corazón y no la tradición es lo que decide". Pero no fue así. Ante la abierta oposición real y no pocas presiones, la modelo facilitó las cosas y en 1996 emitió un comunicado a través de sus abogados en el que anunciaba el fin de su relación con el príncipe Federico, lo que produjo a éste una fuerte depresión. Hoy día Katja es una madre feliz que se dedica a la conservación de obras de arte.
Pero el drama vivido por causa de la bella modelo no sería el último amor imposible del Heredero de la Corona danesa. La siguiente se llamaba María Montell, tenía 29 años, y era cantante de rock. Federico de Dinamarca se enamoró perdidamente de ella a finales de 1997, meses después de romper con Katja. El amor del príncipe Federico por la joven fue de tal intensidad que la incluía en muchas de sus actividades hasta el punto que, incluso, se la presentó al rey Juan Carlos durante un encuentro privado en Palma de Mallorca, en la Semana Santa de 1998. Pero la cantante tampoco era del agrado de la reina Margarita, quien también se enfrentó a su hijo mayor por esta relación. En septiembre de 1998 la cantante también facilitó las cosas anunciando personalmente en el periódico Extra Bladet: "Ya no soy la compañera del Príncipe. Nuestra relación amorosa está totalmente terminada. Pertenecemos a dos mundos diferentes que son difíciles de conciliar", y añadió que "Federico y yo seguiremos siendo buenos amigos". María hoy está casada con un conocido director de cine y es madre de familia numerosa.
Sin duda estas tres historias de amor imposible formarán parte del argumento de la película sobre el príncipe Federico. Una película que no es la primera ni será la última que se realice sobre la vida de miembros de la realeza. Productores y directores se ven atraídos constantemente por la vida de los royal europeos para confeccionar grandes historias para la gran pantalla. Las últimas, las estrenadas en los últimos meses sobre la princesa Grace de Mónaco y la que abordaba el romance de Diana de Gales con el cirujano Hasnat Ahmad Khan. Federico de Dinamarca ya sirvió de referente para la película The Prince and Me, dirigida en 2004 por la estadounidense Martha Coolidge, y que estaba vagamente inspirada en la historia de amor entre el Príncipe y Mary Donaldson.