La princesa Mary cumplió ayer 40 años y aunque no ha querido ninguna celebración oficial, familia y amigos no han dejado pasar la fecha sin más. Celebraron en su honor una pequeña fiesta privada en Amalienborg y al día siguiente, la reina Margarita se acercó a visitar a su nuera y permaneció en su casa en el palacete de Federico VIII durante una hora y media. Allí también aprovechó para ver a los recién papás, los príncipes Joaquín y Marie, y a su pequeña, ya que éstos residen de momento en el palacete, a la espera de trasladarse de nuevo a su casa, en el palacio de Schackenborg, al sur de Dinamarca.
La princesa Mary lleva muy bien lo de cumplir 40 años: se encuentra más relajada y adaptada a su papel como princesa y madre de familia. Así lo ha confesado en una entrevista publicada ayer por el periódico Berlingske Tidende: "Pienso que es bonito ir haciéndose mayor. No pienso en mi edad física. Me encuentro en un período maravilloso de mi vida. Con 40 años sabes simplemente de qué va la vida. Se trata de estar aquí y ahora, pero me alegro de continuar con mi viaje por el tiempo", dice la princesa al diario.
El nacimiento hace un año de sus mellizos y el traslado a su nueva casa en el palacete de Federico VIII, después de años viviendo en Fredensborg (al norte de Copenhague) es para Mary la culminación del proceso iniciado doce años antes, cuando conoció al príncipe Federico durante los Juegos Olímpicos de Sydney. "Cuarenta años es una fecha significativa, pero en realidad no creo que el día en sí haya ocupado mucho mis pensamientos. Creo más bien que antes de mi cumpleaños, quizás el último año, me he encontrado en un período de reflexión en mi vida", asegura la princesa Mary, que admite además que ese "maravilloso viaje" ha sido a veces más exigente de lo que ella misma ha admitido. La princesa reconoce que sentía "de forma muy fuerte" que tenía que demostrar "que podía cumplir las expectativas". Para ello, ha observado a los otros miembros de la familia real y se ha servido de sus consejos, señala.
La princesa Mary es muy popular en Dinamarca, su país de adopción. Y el afecto de los daneses es algo que ella valora, agradece y tiene muy presente."Todavía se puede sentir de forma abrumadora cuando una sale y se encuentra con el calor que emana hacia una. Es agradable sentir que tienes el apoyo de la gente en lo que haces", dice.
Los príncipes Federico y Mary se casaron el 14 de mayo de 2004 en la catedral de Copenhague. Con el tiempo la princesa ha ido desarrollando su propio perfil, como muestran las organizaciones que ha escogido bajo su protectorado, con vocación social, humanitario y del mundo de la salud, pero también de la moda, el diseño, la cultura y la investigación. Su interés por lo social la llevó a crear en 2007 el Fondo Mary, que ha lanzado varias iniciativas contra el acoso moral en las escuelas, la violencia doméstica y la soledad. Su compromiso humanitario la ha llevado por ejemplo ha viajar con ONG danesas a zonas afectadas por la hambruna y la pobreza en África como Kenia o Uganda. La princesa, que tiene el título de teniente de la Milicia nacional danesa, también ha visitado en más de una ocasión a los soldados daneses destacados en el extranjero.
Si la princesa Mary cumplía ayer 40 años, hoy cumple 36 su cuñada, la princesa Marie. La esposa del príncipe Joaquín no lo celebrará sin embargo en su casa de Schackenborg, ya que todavía permanece en Copenhague con el resto de la familia, hasta que esté completamente restablecida tras el embarazo.