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40 años en el trono no se cumplen todos los días y por ello, durante este fin de semana el país se ha vestido de gala y miles de daneses han abarrotado las calles de Copenhague para homenajear a la reina Margarita II. Un día como hoy, en 1972, fallecía su padre, el rey Federico IX, lo que convertía a la entonces princesa Margarita en reina.
Aunque el programa oficial de actos arrancó hace unos días con una recepción en el Parlamento y la inauguración de la exposición "Regente durante 40 años-Reina Margarita 1972-2012", en donde pudimos ver al hijo mayor de los príncipes Federico y Mary, Christian, de cinco años de edad, ejerciendo a la perfección su papel 'real' mientras miraba orgulloso a su abuela. Este sábado, los festejos comenzaron con la visita a la catedral de Roskilde, a unos 40 kilómetros al oeste de Copenhague, donde la Familia Real hizo una ofrenda floral en las tumbas de los reyes Federico IX e Ingrid, padres de la reina.
Como no podía ser de otra forma, estuvo acompañada por sus dos hermanas, la princesa Benedicta y Ana María de Grecia, por su marido, el príncipe Henrik, y por sus hijos, Federico, que acudió acompañado por una radiante princesa Mary, y Joaquín, que no pudo estar acompañado de su esposa, la princesa Marie, que se encuentra en la recta final de su embarazo. Para esta ocasión, Mary apostó por un look en tonos negros y grises y con su simpatía y cercanía demostró una vez más por qué ha conquistado el corazón de todos los daneses y es una de las princesas más imitadas y queridas de la realeza europea.
Los reyes Constantino y Ana María de Grecia acompañados de sus hijos, los príncipes Theodora y Felipe, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Harald y Sonia de Noruega... fueron algunos de los miembros de otras casas reales que quisieron acompañar a la soberana danesa en este día tan especial.
Tras la emotiva ofrenda floral, Margarita II y su esposo recorrieron en una espectacular carroza, y precedidos por la guardia real, el trayecto que hay desde el palacio real de Amalienborg hasta el Ayuntamiento, donde fueron recibidos por el alcalde, Frank Jensen. Fue en esos momentos cuando la reina sintió más de cerca el cariño y el calor de sus conciudadanos, que no dejaron de vitorear su nombre.
Ya en el interior, un coro de más de medio millar de voces de toda Dinamarca y sus territorios autónomos de Groenlandia y las islas Feroe interpretó, junto con la Orquesta Armónica de Greve y la banda de música del parque de atracciones Tivoli, una cantata compuesta especialmente para la reina con motivo de la ocasión. En un breve discurso, Margarita II agradeció la "cálida acogida" ofrecida por sus paisanos a lo largo del desfile. En la plaza del consistorio, unas 5.000 personas desafiaban al frío entonando el himno nacional y ensayando una pequeña canción estrenada hoy para festejar a la reina, que acompañada por su esposo salió poco minutos después a saludar al balcón entre gritos de júbilo y un mar de banderas danesas. A la reina Margarita se la quiere y mucho, y los miles de daneses que salieron a la calle en este día de celebraciones así lo demostraron.
Por la noche, la Familia Real acudió al Salón de Conciertos de la televisión pública DR, donde se celebró una gala en honor de la soberana que fue retransmitida en directo. Las princesas deslumbraron con sus mejores trajes, aunque casi todo el protagonismo se lo llevaron las espectaculares joyas que lucieron para esta velada de aniversario: tiaras, broches, collares, brazaletes...
Mientras la princesa Mary se decantó por el siempre sobrio y elegante negro, el toque de color lo puso, como nos tiene acostumbrados, la homenajeada, que lució un llamativo vestido de color verde esmeralda. La anécdota de la noche la protagonizaron las reinas Silvia de Suecia y Sonia de Noruega, que coincidieron el color de sus vestidos. Tampoco se perdieron la gala los príncipes Pablo y Marie Chantal de Grecia y el príncipe Joaquín de Dinamarca, que acudió acompañado de sus dos hijos mayores, Nicolás, de 12 años en unos días, y Félix, de nueve, fruto de su matrimonio con Alejandra, condesa de Fredensborg, que precisamente también asistió a la velada.
Un Consejo de Estado en el palacio de Christiansborg, sede del Parlamento, será el primer acto del domingo, seguido por la entrega de regalos a la reina por el Gobierno y el Congreso. El príncipe Federico homenajeará a su madre y a los demás invitados de la realeza europea con un almuerzo, que precederá a un servicio religioso y al acto final, una cena de gala en palacio.