Los príncipes Federico y Mary de Dinamarca continúan con su agenda de compromisos, aunque esta vez acompañados de unos invitados muy especiales, los mellizos Vincent y Josephine, de siete meses. En brazos de sus padres, los pequeños conquistaron a sus conciudadanos en el puerto de Skagen, donde una multitud se acercó a darles la bienvenida a los príncipes y sus hijos más pequeños.
Los herederos al trono danés se subieron al buque real Dannebrog para iniciar el habitual recorrido veraniego en el barco real "Dannebrog" por Dinamarca. Antes del mediodía, llegaron a la localidad de Skagen, al noroeste de Dinamarca. Y lo hicieron llevando cada uno en el brazo a uno de los pequeños mellizos. Mientras el príncipe Federico sostenía en brazos a Josephine, que lucía pantalón rosa y blusa beige, Mary llevaba a Vincent, que llevaba pantalón marrón y jersey azul marino. A pesar del buen tiempo y del sol, sus padres optaron por taparles con una manta para que no cogieran frío mientras navegaban.
En esta jornada, el príncipe Federico fue ataviado con el uniforme de gala de la Marina, mientras que su esposa optó por lucir un diseño en color púrpura y una pamela a juego con sus zapatos. Pero como es habitual, los protagonistas fueron los niños reales. Los hijos menores de Federico y Mary de Dinamarca hicieron las delicias de todos y se convirtieron en el centro de todas las miradas, ya que es la primera vez que embarcan en el barco real para hacer un recorrido por el país.
En este crucero por Dinamarca que durará varios días los príncipes continuarán su recorrido por otras localidades del norte del país, como Hanstholm y Hirtshals.
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