Hay citas que son ineludibles y que sólo en casos de fuerza mayor uno se ve obligado a perdérselas. De este tipo son las tradiciones navideñas para la Familia Real danesa. Así que la reina Margarita, su esposo, el príncipe Henrik, su hijo menor, el príncipe Joaquín, y su esposa, la princesa Marie, y sus nietos mayores, los príncipes Nicolás y Félix, no faltaron tampoco este año al servicio religioso de Navidad, que tuvo lugar en la iglesia medieval de esta localidad de Moegeltoender, en el sudoeste de Dinamarca. Reinaron el paisaje blanco, el buen ambiente y los estilismos invernales de la Familia Real. Henrik de Dinamarca destacó con un llamativo gorro de visón y un abrigo con solapas de piel para combatir las gélidas temperaturas escandinavas en esta época del año. Pero esta vez la presencia real en el tradicional culto navideño se produjo en medio de gran expectación por la próxima llegada al mundo de los gemelos de los Herederos
Los grandes ausentes de este oficio religioso fueron precisamente el príncipe Federico y la princesa Mary, que no tiene previstos compromisos oficiales desde hace semanas debido a su avanzado embarazo, y sus pequeños, los príncipes Christian e Isabelle. A nadie sorprendió. El último acto público en el que vimos a la Princesa, entonces embarazada de ocho meses, fue con ocasión del estreno de la obra de ballet en la que la reina Margarita ha colaborado como escenógrafa. La Casa Real comunicó ya entonces que la esposa del príncipe Federico no tenía ninguna actividad oficial más prevista en este mes y que no participaría este año en la tradicional recepción de Año Nuevo de la Corte danesa, ya que se espera el nacimiento de sus gemelos para estas fechas. La Princesa sale oficialmente de cuentas a mediados de enero, pero la prensa danesa cree que el feliz acontecimiento podría producirse antes. Ya mismo.