La dulce espera de Mary de Dinamarca

La Princesa sigue el ritmo habitual de trabajo en su séptimo mes de embarazo, pero con una mirada especial de inmensa felicidad por la futura llegada de dos nuevos miembros a la familia

Por hola.com

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Los ojos lo dicen todo y los de Mary de Dinamarca no pueden callar su inmensa felicidad por la futura llegada en enero de dos nuevos miembros a la familia. La Princesa no sólo no ha bajado el ritmo de trabajo sino que lo ha dado todo en cada uno de sus compromisos oficiales a lo largo de estos siete meses de embarazo y siempre con un brillo especial en la mirada que grita a los cuatro vientos su enorme alegría por su estado. Así, encantada de servir a los daneses en la recta final de su dulce espera y especialmente comprometida con las causas sociales, la hemos vuelto a ver esta semana.

La princesa Mary acudió el pasado martes por la noche al edificio del Circo de Copenhague para participar en la gala de entrega de los Premios de Integración 2010. La Princesa, que lució un amplio abrigo rojo con el que sin embargo no pudo disimular lo abultado de su vientre, fue la encargada de entregar los premios a los ganadores en las cinco categorías de estos galardones otorgados por el Ministerio de Integración danés. El príncipe Federico no pudo acompañar a su esposa a la gala, a la que asistieron 700 personas, ya que se encontraba en el estadio Parken presenciando el partido de Liga de Campeones entre el Copenhague y el Barcelona.

 

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Igualmente sonriente y cercana se mostró ayer en su visita a los centros de aprendizaje de danés y las redes de integración para refugiados en Odense. La Princesa, que acudió en su calidad de protectora de la organización Ayuda al refugiado, se reunió con varios grupos de alumnos que aprenden danés por Internet y participó en una conferencia online con los estudiantes, uno de los ejercicios usados en la enseñanza. Luego se sentó con ellos como una alumna más recordando sus tiempos de estudiante de danés, y participó con sus compañeros por unos minutos en un juego que consistía en explicar palabras o expresiones en ese idioma. A la princesa Mary le tocó campaña de salud, un término que no tuvo problemas en comentar con ellos. "Algunos daneses son muy rápidos para cambiar al inglés si se dan cuentan de que uno está buscando las palabras correctas. Lo hacen por pura cortesía, pero eso no ayuda a mejorar", dijo la Princesa, que sin dejar de sonreír se dejó retratar numerosas veces con los curiosos que había a la entrada del centro y con los alumnos, que la recibieron con flores y banderas danesas. Otra oportunidad para compartir su regocijo antes de que en dos meses se agote la espera.