Margarita de Dinamarca ha vuelto hacer alarde de su talento artístico. Esta vez no como actriz, ni como escritora, sino como escenógrafa y diseñadora de vestuario del ballet Un sueño en el Tivoli, el nuevo espectáculo infantil que con motivo de la Navidad organiza la escuela de danza de Susanne Heering, amiga personal de la soberana danesa. La Reina, conocida por su don para las artes, cualesquiera que sean estas -dibujar, escribir, diseñar, interpretar, bordar, decorar...-, participó ayer en la rueda de prensa de presentación de este ballet, que se estrenará el 11 de diciembre y estará interpretado por 40 niños y jóvenes con música de H.C. Lumbye.
No es la primera vez que la reina Margarita pone su genio al servicio del arte. Figuran entre algunas de sus obras las ilustraciones para un libro de cuentos infantiles a beneficio de la UNICEF; los monogramas del príncipe Federico y la princesa Mary y de Haakon y Mette-Mati de Noruega; los trajes y decorados de varias funciones de teatro como la llamada Amor en el basurero, que resume tres cuentos de Hans Christian Andersen Cuellos de camisa, Los amantes y La aguja de zurcir, e incluso de películas de la gran pantalla como Los cisnes salvajes, en la que además de participar como escenógrafa lo hizo como actriz metiéndose en la piel de una campesina. Las mil caras del artista.
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