Henrik de Dinamarca sabe con tan sólo año y medio bastante de actos oficiales. No era más que un bebé de seis meses cuando el año pasado hizo en compañía de sus padres, los príncipes Joaquín y Marie, su primer viaje oficial al extranjero en Hong Kong y cuando en dicho marco asistió también a su primer compromiso en el Hotel Four Seasons de la región administrativa china, con motivo del encendido de varios árboles de Navidad, traídos especialmente desde el castillo de Schackenborg, residencia de los Príncipes. Después han venido otros, como su participación en el tradicional saludo de la Familia Real danesa desde el balcón del palacio de Amalienborg con motivo del 70º cumpleaños de la reina Margarita y ahora también la inauguración de la Feria Infantil y del Bebé de Rolfsted, en la isla de Fionia, al oeste de Copenhague.
Marie de Dinamarca hace gala en todo momento de su papel de madre y trata de separarse lo menos posible de su pequeño. Así que la Princesa, que ha declarado en varias ocasiones cuánto le cuesta separarse de la criatura, se llevó al Príncipe hace unos días a la citada feria, un acto del gusto de cualquier niño. Ambos visitaron cerca de medio centenar de casetas que había en el recinto y que incluían desde juguetes hasta decoración para habitaciones infantiles. El pequeño, de casi 17 meses, se mostró muy interesado en el amplio abanico de ofertas, especialmente en todo aquello que estuviese relacionado con el juego. Al finalizar la visita, madre e hijo se llevaron a casa, el palacio de Schackenborg, muchos regalos e ideas sobre decoración.