Los príncipes herederos Federico y Mary de Dinamarca se encuentran de visita oficial hasta mañana en Washington para promover la arquitectura danesa y la figura del escritor de cuentos infantiles Hans Christian Andersen, con motivo del 50º aniversario de la Embajada de Dinamarca en Estados Unidos. Ésta es la segunda ocasión que tienen como destino en su agenda Norteamérica, el primer viaje oficial tuvo lugar el pasado año.
Los Príncipes abrieron la visita en la escuela elementaria John Eaton, donde los alumnos les mostraron cómo trabajan con la cultura danesa y especialmente con Andersen. Luego se acercaron al Sitar Arts Center, un centro de tiempo libre en el que los niños desarrollan sus habilidades artísticas.
Durante su estancia de cinco días en la capital de Estados Unidos, Federico y Mary de Dinamarca han inaugurado la exposición 'Los cisnes salvajes' del Museo de Odense (ciudad natal de Andersen) en el Meridian International Center. En esta muestra están expuestos decorados y vestuarios realizados por la reina Margarita II para la película del mismo nombre. Y los príncipes estuvieron presentes también en el estreno del filme en la National Gallery of Art.
La apertura de un simposio en el National Building Museum sobre 'La arquitectura de la diplomacia', en el que participan arquitectos daneses y estadounidenses, una visita al hospital militar Walter Reed, donde estuvieron interesándose por sus pacientes y un acto en la embajada danesa, coincidiendo con el Día de la Constitución (danesa) también figuraban en el programa.
Una Cenicienta moderna
Los Herederos al trono danés también han cumplido con agendas separadas: el príncipe Federico participó en un acto para promover el uso de la bicicleta como medio de transporte, mientras que su esposa asistió a la conferencia 'Woman Deliver' junto con la ministra de Desarrollo danesa.
Además, la princesa Mary también protagonizó en solitario una de las anécdotas más divertidas del viaje. Durante la visita que realizó, junto a su marido, al Cementerio de Arlington, perdió por un momento uno de sus zapatos pero haciendo gala de su naturalidad y sentido del humor, ella misma se agachó para recogerlo y volvió a ponérselo sin dejar de sonreír.
Precisamente, durante este acto, la esposa de Federico de Dinamarca lució uno de sus atuendos más favorecedores. Como si de un homenaje a Jackeline Kennedy se tratase, se puso un vestido a media pierna que combinó con sombrero, guantes y bolso al más puro estilo lady.