Cena de gala en el palacio de Christiansborg

Un miembro de la Guardia Real sufrió una indisposición y se desplomó en la Sala de los Alabarderos al paso de los invitados

Por hola.com

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El palacio de Christiansborg (Copenhague) se vistió anoche de largo. La reina Margarita y el príncipe Henrik, junto a los príncipes Federico y Mary y los príncipes Joaquín y Marie, obsequiaron ayer a la élite política danesa con la anual cena de gala en la residencia real. Los cerca de doscientos invitados pusieron al mal tiempo (nevadas y bajas temperaturas) buena cara y mejores galas en este evento organizado en honor del Gobierno, el Parlamento y los eurodiputados daneses en Bruselas. Pero las reinas de la velada fueron la princesa Mary, que lució un vestido de terciopelo azul, chaqueta corta de piel y tiara de diamantes, mientras que la princesa Marie llevó un vestido azul claro con un motivo dorado a la altura de la cintura y tiara con motivo floral de brillantes.

El menú estuvo compuesto por una tarrina de pescado con hinojo; solomillo de buey con patatas, pastel de setas y guisantes verdes, y queso Christiansborg. Todo ello regado por los vinos La Cigaralle du Prince 2005, Chateau de Cayx 1999, Moët et Chandon, Cuvée Speciale M&H. La música, a cargo de la Banda de Música de la Guardia Real, incluyó piezas de Stein, Verdi, Lumbye, Tchaikovsky y Gershwin. Además, hubo un espectáculo a cargo del grupo de danza Uppercut.

 

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La anécdota de la noche la protagonizó uno de los miembros de la Guardia Real, que formaba parte del grupo presente en la Sala de los Alabarderos al paso de los invitados. Justo después de que los últimos invitados, la Reina y su esposo, pasaran el guardia sufrió una indisposición y se desplomó, en una imagen captada por todas las cámaras de los medios daneses.

No ha sido el único susto de los últimos días. La princesa Marie, su hijo y sus dos hijastros tuvieron que realizar un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Copenhague el pasado domingo, informó hoy el diario BT. Una de las ruedas del avión, procedente de Sønderborg (localidad próxima al castillo de Schackenborg, donde reside la princesa Marie con el príncipe Joaquín y el hijo de ambos, el príncipe Henrik), no salió al comenzar el aterrizaje, lo que obligó al piloto a aterrizar de forma manual, además de que llegaba corto de combustible.

Todo ello provocó que se hiciera un aterrizaje forzoso prioritario y que se movilizaran varios camiones de bomberos, ambulancias y personal médico en la pista, aunque no fue necesaria su intervención. Tras el incidente, la princesa Marie y los pequeños Henrik, Nicolás y Félix se trasladaron al palacio de Amalienborg.