La base de las tropas danesas destacadas en Afganistán ha recibido una inesperada visita muy especial. La princesa Mary de Dinamarca ha hecho una visita secreta de dos días, acompañada por el ministro de Defensa, Søren Gade, y el presidente del Parlamento, Thor Pedersen, durante la cual ha visitado los campamentos daneses para hablar con los soldados y agradecerles su labor allí. Un viaje similar al que hizo su marido Federico de Dinamarca hace un año.
Ataviada con un uniforme militar, la Princesa llegó el domingo por la mañana a la base de Camp Bastion y después se dirigió a la de Armadillo, donde hizo una visita guiada para conocer las condiciones de vida de los soldados y cómo operan en la zona. Para terminar la jornada de desplazó a la base de Price, donde se reunió con el Alcalde de Gereshk y pasó la noche. No es la primera vez que la vemos con un uniforme militar, ya que también lo hizo durante su estancia en la Milicia Nacional, en la que realizó un curso y se licenció con el grado de teniente.
Al día siguiente, Mary de Dinamarca y la delegación danesa regresaron a Camp Bastion, donde fueron informados de la situación que se vive en Afganistán y luego pusieron rumbo a Kandahar. Allí visitaron el hospital de campaña de Estados Unidos y hablaron con el personal médico danés destinado allí y con el jefe de las tropas de la OTAN en el sur del país, Nick Carter.
Dinamarca mantiene un contingente militar de unos 750 soldados en Afganistán, donde ha estado presente desde el inicio del conflicto en 2001. La mayoría de las tropas danesas están estacionadas en la provincia de Helmand, una de las más peligrosas del país.