Dinamarca ha llevado la igualdad a Palacio, pero sólo parcialmente a juicio del príncipe Henrik. Aprovechando que sus conciudadanos han aprobado en referendo la equiparación de sexos en la Ley de Sucesión al trono danés, ha denunciado un agravio comparativo como Príncipe Consorte con su esposa, la Reina, y ha vuelto a reclamar para sí y para los que se encuentran en su misma situación el título de Rey.
Si bien el Príncipe no ha querido hacer declaraciones acerca del resultado de la votación, sí ha reivindicado su caso en una breve entrevista al diario BT, con ocasión de una recepción tras una entrega de premios. "Tiene que haber igualdad entre los dos sexos. Hablamos de un hombre que está casado con una Reina. Continuaré defendiendo esa idea... Espero que los hombres sean tan iguales como las mujeres", dijo el Príncipe consorte. A diferencia de él, por ejemplo, su nuera, la princesa Mary, sí recibirá el título de Reina, aunque no regente, cuando el príncipe Federico acceda un día al trono.
"Un apéndice insignificante"
Las quejas del príncipe Henrik no son nuevas. Ya en 2002, una entrevista a ese mismo diario, desencadenó una crisis dentro del seno de la Casa Real danesa. "Durante muchos años he sido el número dos en Dinamarca, es un rol con el que estoy satisfecho, pero después de tantos años en Dinamarca no quiero verme degradado al número tres, como si fuera un apéndice insignificante", declaró en aquella entrevista.
El Príncipe consorte reconoció entonces tener "muchas dudas" sobre su posición en la sociedad danesa y sentirse marginado de los actos oficiales en beneficio de su hijo, y anunció una retirada temporal a su palacio de Caix en Francia. La crisis acabó solucionándose, aunque el príncipe Henrik ha seguido reivindicando el título de Rey para la figura del Consorte.