Banquete nupcial en el castillo de Fredensborg

Por hola.com

En el castillo de Fredensborg, a varios kilómetros de Copenhague, escenario preferido de la Familia Real Danesa para los grandes acontecimientos, se celebró el banquete de la boda de los príncipes Federico y Mary. De los ochocientos invitados que acudieron a la ceremonia religiosa sólo la mitad acudirán también al banquete nupcial debido a que no hay capacidad para más en el palacio.

A las diez menos cuarto de la noche los prínicpes herederos de Dinamarca hacían su entrada en el salón donde todos sus invitados les esperaban en pie. En la mesa presidencial, Federico y Mary ocupan los asientos centrales, a la derecha de la Princesa está el príncipe Enrique y a la derecha del príncipe Federico, la reina Margarita. La princesa Mary sonríe y conversa con su suegro que fue el primero en besarle en el balcón del palacio de Amalienborg después del tradicional beso de los novios.

Un banquete real
En los jardines del castillo se ha instalado una carpa de 1.375 metros cuadrados que acogerá a los cuatrocientos convidados. La decoración de este gran espacio rectangular, perfecto para que todos los asistentes a la cena coman juntos y puedan ver en todo momento a los novios y su familia, se cuidó hasta el mínimo detalle. Los adornos florales en distintos tonos de rosa, las sillas de los invitados en dorado y las lámparas adornadas con flores que cuelgan de la carpa conforman la ornamentación principal.

Los invitados al banquete nupcial podrán disfrutar de los acordes que la banda de música de la Guardia Real ofrecerá para amenizar la cena. Los temas que se van a interpretar son los siguientes: la 'Marcha de honor del príncipe Federico', del compositor Fuzzy; la obertura de 'Mascarada', del compositor Carl Nielsen; 'Amour et printemps, un vals de E. Waldteufel; 'Bryllupsdag pa Troldhaugen, de Edvard Grieg; 'Amorin polka', de H.C. Lumbye; un popurrí austrialiano, según el arreglo de P.M. Harbeck; ´'One hand, one heart', melodía de la película 'West side history', de Leonard Berstein; la 'Marcha nupcial', de A. Södermann; 'The brisk young sailor', de P. Graniger y, por último, 'Mary polka', del músico H.C. Lumbye.