Estallido de color, 'glamour' y diseño en la corte de Dinamarca

Por hola.com

Copenhague se vistió de estilo y elegancia con motivo del enlace del heredero al trono danés. Como era de esperar, por celebrarse el enlace por la tarde, todas las invitadas llegaron a la Iglesia de Nuestra Señora luciendo elegantes vestidos largos. El color fue el gran protagonista, pues muchos de los diseños elegidos por las asistentes se tiñeron de alegres y vistosos tonos. Y el complemento estrella fueron las tiaras, deslumbrantes obras de arte que adornaron los tocados de la mayoría de las damas.

Entre las invitadas se encontraba la reina Sofía, que eligió para la ocasión un vestido en tono morado, con encaje en las mangas, el cuello y la parte inferior del amplio chal con el que se cubría; como complemento un bolso bombonera a juego. También se pudo ver a las infantas. Doña Elena apostó por un espectacular traje del diseñador francés [Christian Lacroix], compuesto de un vestido blanco con adornos en relieve en el bajo, cubierto por una amplia y llamativa capa en tono fucsia con gran volumen y con el cuello y el dobladillo de las mangas en color rojo. La infanta Cristina, por su parte, eligió al diseñador español [Jesús del Pozo] para la ocasión, con un clásico vestido de amplio escote en pico color guinda y una torera de manga francesa en tono verde. La Duquesa de Palma lució la Tiara Floral de Diamantes, la misma que llevó el día de su boda con Iñaki Urdangarín, un regalo del Gobierno español a Doña Sofía con motivo de sus nupcias en 1962. Y no podía faltar ya en los actos de la Familia Real la futura Princesa de Asturias; Doña [Letizia deslumbró con un vestido largo de gran gala en tono guinda] de Lorenzo Caprile.

La madre del novio, la reina Margarita de Dinamarca sorprendió con una abrigo en color fucsia, cerrado con el espectacular Broche Trágico (un ramillete compuesto de 1.091 diamantes), y adornado con graciosos pétalos superpuestos en la parte baja y en las mangas. Bajo la capa, la reina lució un vestido en color crudo, estampado con grandes motivos florales, amarillos y rosas. Su nuera, Alejandra de Dinamarca, fue una de las invitadas más elegantes de la ceremonia, y deslumbró con un largo vestido de raso en tono rosa chicle, bordado en hilo de plata, complementado con una capelina también bordada, guantes blancos al codo y la banda de la Orden del Elefante.

Valentino fue el diseñador elegido por algunas de las invitadas a la ceremonia, que apostaron por la maestría de este genio de la aguja. Entre otras, optaron por modelos de este prestigioso modisto italiano la princesa heredera Máxima de Holanda, además de Marie Chantal Miller y la princesa Alexandra Wittgenstein. Máxima Zorreguieta ha lucido un vestido largo en crepe de seda rosa con una chaqueta de mikado. El original diseño deja un hombro al aire, mientras que el otro, cubierto por un tirante ancho, lleva un impresionante broche. La tiara que adornaba el tocado de la Princesa de Orange es la misma que llevó el día de su boda.