Elisabeth de Bélgica, referente de la nueva generación de pequeños herederos al trono
La Duquesa de Brabante fue la encargada ayer de bautizar en la base de la marina de Zeebrugge el patrullero P902 Pollux
Los mayores crean precedente. Acto a acto Elisabeth de Bélgica se está convirtiendo en la princesa más experimentada de la nueva generación de herederos al trono -entre las que se encuentra la Princesa de Asturias y Amalia de Holanda- y por tanto también en el referente de los otros cuando les llegue el momento de ejercer su papel oficial. La Duquesa de Brabante va haciendo agenda con cierta regularidad y enfrentándose a pequeños retos que llegarán a formar parte de su trabajo de cada día. Ayer la Heredera y Duquesa de Brabante, de 13 años de edad, fue la encargada de bautizar en la base de la marina de Zeebrugge el patrullero P902 Pollux. Tomó el mando igual que Ingrid Alejandra de Noruega días atrás, pero no estuvo sola y contó durante el acto con el apoyo, y en caso de necesitarlo con el consejo, de sus padres, los reyes Felipe y Matilde.
Su bautismo oficial de ayer fue un bautismo náutico. La Princesa protagonizaba por primera vez la botadura de una embarcación. Quizás por ello no consiguió que la botella de champán se rompiera a la primera contra el casco del barco, igual que le ocurriera a la futura Heredera de Noruega, aunque en el segundo intento la princesa Elisabeth logró cumplir con la tradición. Especialmente la reina Matilde, quien el año pasado bautizó a otro patrullero, el P01 Castor, observó orgullosa la actuación de su hija mayor, que va cumpliendo con éxito las primeras misiones de una heredera. Por ejemplo, en octubre del año pasado, la Princesa pronunció un discurso con motivo de la conmemoración del comienzo de la Primera Guerra Mundial, en la que abogó por el fin de los conflictos bélicos en todo el mundo.