Si hace ocho días la Princesa de Asturias y su hermana, la infanta Sofía, asistían con sus padres a su primer Día de la Hispanidad, en esta ocasión Elisabeth de Bélgica, que le lleva años y compromisos de ventaja a la primogénita de don Felipe y doña Letizia, ha dado su primer discurso oficial con motivo de los actos de recuerdo de la Primera Guerra Mundial en la provincia de Flandes Occidental. Fue la propia Princesa, que acudió ayer a la ceremonia homenaje acompañada de sus padres, los reyes Felipe y Matilde, la que escribió su alocución, en la que utilizó los tres idiomas oficiales de Bélgica: el flamenco, el francés y el alemán.
La intervención de la Heredera se produjo en Ploegsteert, uno de los puntos claves de la línea defensiva belga durante la Gran Guerra. A lo largo de los 84 kilómetros de trayectoria, desde las playas de Nieuwpoort hasta el Monumento del Recuerdo en Ploegsteert, se reunieron ayer 8.400 personas que portaban antorchas creando así, según los organizadores, la línea de luz, en recuerdo de las 600.000 víctimas que perecieron durante la Primera Guerra Mundial en territorio belga.
El discurso de la Princesa, que fue la única autoridad que tomó la palabra durante el acto, quiso subrayar el componente de esperanza que del recuerdo de la Gran Guerra se puede extraer. La Heredera recordó no obstante el drama de la guerra, que aún hoy en día, está presente en diversas partes del planeta. "Las víctimas de la guerra son las que nos deben mover a conseguir un mundo mejor de justicia y paz". La princesa Elisabeth, de casi 13 años de edad, hizo un llamamiento a la juventud "sostener unidos una antorcha de paz", de modo que se eviten conflictos bélicos de ahora en adelante. Acto a acto la nueva generación de Herederas al trono hace agenda.