Bélgica tiene tres reinas y dos reyes, pero la autoridad es Felipe de los belgas. El soberano ha dado un golpe de cetro ante su padre y ha dejado claro quién reina con la destitución fulminante de Vincent Pardoen, jefe de la oficina del rey Alberto. La razón de este despido es la carta de la reina Paola que Pardoen envió esta semana a los medios de comunicación, sin el conocimiento ni la autorización del rey Felipe.
La carta, en la que la antigua soberana belga se refería a la vulnerabilidad del príncipe Laurent y en la que justificaba el hecho de que ni ella ni su marido le hubieran visitado hasta después de diez días de su hospitalización, no debería haber sido hecho pública. La Casa Real la consideraba como “poco oportuna” y lamentaba la pérdida de confianza en Pardoen, sustituyéndole de forma inmediata por el capitán de fragata Peter Degraer. El relevo de Pardoen, una importante figura dentro de Palacio que ya había asesorado al rey Balduino, se considera de gran relevancia. Según Jan van den Berghe en declaraciones al diario De Morgen se trataría de una clara señal de autoridad del rey Felipe.
La prensa belga especula estos días que tras la publicación de la carta de la reina Paola se escondería el escaso control que el rey Felipe ejercería sobre sus padres, que estarían actuando de forma unilateral y sin consultar a su hijo sobre ninguna materia. Se recuerda que los antiguos Reyes no acudieron a la recepción de Año Nuevo, ausencia que avivó los rumores sobre la supuesta mala relación de los Reyes actuales con sus predecesores, ni a la cena de gala ofrecida al Presidente chino la semana pasada.
Según el periodista Mario Danneels en declaraciones al periódico Het Laatste Nieuws, el rey Felipe y sus colaboradores más cercanos reaccionaron con indignación a la carta de la reina Paola: "Y no sin razón. Durante dos semanas se ha protegido la privacidad del príncipe Laurent y de pronto su madre comunica de forma implícita que su hijo sufre de problemas psicológicos. Toda la estrategia de comunicación de la Casa Real se ha venido abajo".
No han cesado las especulaciones ni los comunicados. Según el programa Royalty, emitido anoche por la cadena VTM, el príncipe Laurent, ingresado en el hospital San Lucas de Bruselas desde hace más de dos semanas por una grave neumonía, solo había sido visitado por su madre, la reina Paola, y no por su padre, el rey Alberto. El programa igualmente especuló con las malas relaciones entre padre e hijo. Sin embargo esta mañana la Casa Real belga ha enviado un comunicado a la prensa en la que niega esta versión y subraya que el antiguo soberano sí acompañó a su esposa en la visita al hijo pequeño de ambos la semana pasada.
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