Tras las amenazas recibidas contra la princesa Elisabeth a principios de diciembre, el rey Felipe de Bélgica ha solicitado que la vigilancia no se limite a la Heredera, sino que sus otros tres hijos también cuenten con guardaespaldas, según informa hoy el diario De Standaard. El soberano habría pedido personalmente a la Ministra del Interior, Joëlle Milquet, que sus cuatros hijos disfruten del mismo nivel de protección. Sin embargo, se habría encontrado con la negativa de la Ministra, que habría aludido a razones presupuestarias. De hecho, está previsto que la partida de seguridad de los miembros de la Casa Real belga se reduzca en el futuro cercano. Algunas medidas en este sentido han sido ya tomadas. Así los reyes Alberto y Paola cuentan en estos momentos con tan sólo tres guardaespaldas, mientras que los príncipes Astrid y Laurent carecen de personal de seguridad permanente.
La princesa Elisabeth, hija de los reyes Felipe y Matilde de Bélgica y heredera de la corona belga, recibió una amenaza de secuestro en una carta dirigida al diario La Dernière Heure: "Voy a secuestrar a la princesa Elisabeth. No es una broma", señalaba la misiva, que el diario entregó a la Casa Real y a las autoridades policiales belgas, que reforzaron el dispositivo de seguridad en torno a la escuela de la niña. Las autoridades policiales han abierto una investigación al respecto y analizan el sobre en el que llegó la carta, que lleva sellos pero no el timbre del servicio de correos. La carta, remitida al rey Felipe y escrita en francés y alemán, llegó a la redacción de ese periódico y en ella, además de las amenazas a la primogénita de Reyes belgas, se culpaba a los inmigrantes extranjeros de representar un coste de 30.000 millones de euros para este país. En la misiva había referencias a satán y su autor emplea términos utilizados por la ideología nazi, además de utilizar en ella un logo "que recuerda a la bandera nazi, con los mismos colores y gráficos".
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