El 1 de septiembre significa en Bélgica el comienzo del curso escolar y, como el resto de los niños, los príncipes y princesas belgas en edad escolar han puesto punto y final a las vacaciones de verano. La escuela Sint-Jan Berchmanscollege, en Bruselas, recibió este jueves a cuatro príncipes en sus aulas, todos en diferentes clases y a los que sólo les distingue de los demás la discreta seguridad que les acompaña. Allí, los pequeños reciben educación en los tres idiomas de Bélgica: el neerlandés, el francés y el alemán.
Su estatus Real y sus compromisos oficiales no impiden que el príncipe Felipe y la princesa Matilde ejerzan también su papel de padres, por lo que los Herederos de los belgas quisieron llevar personalmente a sus hijos al colegio en su primer día tras las vacaciones estivales. Después de dos meses de vacaciones, los pequeños príncipes Elisabeth, de nueve años, Gabriel, de ocho, Emmanuel, de seis, y Eleonor, de tres, acudieron de la mano de sus papás a su primer día de ‘cole’.
El príncipe Felipe caminaba de la mano de sus hijos, mientras que la princesa Matilde llevaba de la mano a las niñas. La benjamina de la familia era la que mostraba una cara más seria, ya que no estaba demasiado contenta con el comienzo del curso escolar y el inicio de sus obligaciones como estudiante, algo que sus hermanos ya han asumido a su edad.
Elisabeth comienza su quinto curso de educación reglada. Gabriel, por su parte, empezieza el tercer curso de la educación básica de Bélgica, mientras que Emmanuel se estrenaba en el primer curso tras su paso por el parvulario, al que asistirá su hermana Elenor.
Según el Jefe de Estudios de Educación Básica, Luc de Coninck, los hijos de príncipes belgas “no son tratados como alumnos diferentes al resto". Tampoco dentro del aula se hace mención a la condición de estos pequeños, a menos que se trate el tema de la Casa Real. "Buscamos que los niños se encuentren a gusto. La escuela es uno de los pocos lugares en los que se pueden mostrar tal y como son", declaró De Conninck.