Los Reyes de Bélgica fueron ayer los anfitriones del tradicional concierto de Navidad que tiene lugar cada año en el Palacio Real de Bruselas. Antes de que comenzara el evento musical, y como es tradición y costumbre en estas fechas, los soberanos posaron ante el belén y el árbol instalados en uno de los salones de la residencia real para los medios informativos. La imagen, que es reproducida posteriormente por todos los periódicos y revistas del país, representa el espíritu religioso de unas fechas entrañables que los belgas viven con gran fe todos los años.
Además de los reyes Alberto II y Paola, formaron parte de la foto de familia el príncipe heredero, Felipe, su mujer, la princesa Matilde, la reina Fabiola, el príncipe Laurent y su esposa, la princesa Claire (estuvieron los dos pese a que en un principio sólo estaba prevista la presencia de ella), y la única hija de los soberanos belgas, la princesa Astrid. Quienes no posaron fueron los niños de la Casa Real belga.
Una vez más, la princesa Matilde llamó la atención por su elegante indumentaria. Si el año pasado apostó por el verde esmeralda, esta vez la futura reina de los belgas se decantó por un vestido de cóctel color fucsia de la firma belga Natan, combinado con un cárdigan y botas altas del mismo color, y volvió a causar admiración por su estilo, belleza y elegancia. La reina Fabiola no se quedó atrás en la elección de su vestuario en un azul vivo, su color favorito. Por el contrario, sorprendió el sobrio atuendo de la princesa Claire.
La reina Fabiola hizo gala del sentido del humor y la vitalidad que le caracterizan -según alguno los asistentes llegó a cantar desde su butaca alguna de las piezas del programa del concierto-. Su presencia cobró este año especial protagonismo, pues han sido escasas las ocasiones en las que ha participado en actos oficiales desde que superase una grave bronconeumonía el pasado invierno. Aunque en algún momento el cansancio pudo con ella y tuvo que dejar su bastón para desplazarse en silla de ruedas, la viuda del rey Bladuino no quiso faltar a la cita.
El concierto de Navidad en el Palacio Real de la capital belga reúne cada año, y por invitación de los Reyes, a todos aquellos que durante los doce meses han colaborado en llevar a buen puerto las diferentes actividades de los miembros de la Casa Real. En esta ocasión, la Filarmónica de Bruselas y la Capilla Musical Reina Isabel fueron los encargados de poner música a la velada, bajo la dirección de Michel Tabachnik.