Le llamaban el Príncipe desconocido, pero sus exequias han puesto de manifiesto que mucha gente le conocía y le quería bien. Familiares y amigos han dado esta mañana en la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken el último adiós a Alejandro de Bélgica, hermanastro del actual Rey de los Belgas y tío del actual Gran Duque de Luxemburgo, en una solemne y multitudinaria ceremonia.
Una triste despedida a la que asistieron los reyes Alberto y Paola de Bélgica, los príncipes herederos Felipe y Matilde, los príncipes Laurent y Claire, el gran duque Enrique de Luxemburgo, la princesa Margaretha de Liechtenstein, la archiduquesa Maria Astrid de Austria, con su marido Carl Christian y la madre de este la Archiduquesa Yolande, así como el Ministro de Defensa, Pieter de Crem, en representación del Ejecutivo, para rogar por el eterno descanso de su alma y arropar en estos difíciles momentos a su viuda, Léa Wolman, y su familia. No acudieron la princesa Astrid de los belgas y su marido, el príncipe Lorenz, por encontrarse en un viaje oficial en Colombia relacionado con la lucha contra las minas antipersona y, de las dos hermanas del difunto -nacidas al igual que él del matrimonio del rey Leopoldo III con Lilian Baels-, sólo estuvo presente la princesa Marie-Esmeralda. Marie-Christine no mantiene desde hace años relación alguna con su familia, aunque sí que envió una corona de flores.
El príncipe Alejandro de Bélgica, hermanastro del rey Alberto II, falleció el domingo a causa de embolia pulmonar aguda. "El Rey, la Reina, así como todos los miembros de la Familia Real de Bélgica comunican con tristeza el fallecimiento del príncipe Alejandro este mediodía, como consecuencia de una embolia pulmonar aguda", según el comunicado oficial de Palacio. Los restos mortales del Príncipe descansarán en una capilla anexa a la Cripta Real.
El Príncipe desconocido
Era hijo del rey Leopoldo III y de su segunda esposa, Lilian Baels, y por tanto hermanastro del ya fallecido rey Balduino, del rey Alberto II y de la fenecida gran duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, aunque no ostentaba ningún derecho sucesorio. La Familia Real fue deportada en 1944 por los invasores alemanes que les enviaron a Hirschstein en primer término y posteriormente a Austria. Fue liberada en 1945 por el ejército estadounidense, pero debido a problemas políticos no pudieron regresar aún a Bélgica por lo que residió durante cinco años en Suiza. De vuelta en su país, nacería en 1951 su hermana, Marie-Christine, y cinco años más tarde, Marie-Esmeralda.
El príncipe Alejandro fue operado en 1957 en Boston de un problema cardíaco, razón por la que su madre crearía la Fundación Cardiológica Princesa Lilian. El Príncipe estudió en la Escuela Real Militar y en la Universidad Católica de Lovaina y destacó por ser un hombre discreto, que rara vez aparecía en público, hasta el punto que en varios medios belgas se refería a su persona como el Príncipe desconocido. Contrajo matrimonio en 1991 en Gran Bretaña con Léa Wolman, en contra de los deseos de su madre. La pareja no tuvo descendencia, si bien la princesa Léa aportó al matrimonio dos hijos de una relación anterior.