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La reina Fabiola parece haberse recuperado por completo de los problemas de salud que la llevaron al hospital el pasado invierno. La viuda del rey Balduino estuvo aquejada de una fuerte bronconeumonía que despertó la preocupación de la Familia Real belga y de sus súbditos, que sienten un cariño muy especial por quien fuera su soberana durante más de 30 años.
Todos ellos respiraban aliviados gracias a la última aparición de Fabiola de Bélgica en un acto oficial. La española tenía un magnífico aspecto y fue recibida con un cariñoso beso por Matilde de Bélgica a las puertas de la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula en Bruselas. Buena parte de la Familia Real acudió a la misa Te Deum con que se conmemoró el tradicional Día del Rey.
Esta ocasión (Fête du Roi en idioma francés y Koningsdag en flamenco) se celebra desde 1866, siempre el 15 de noviembre, fecha en la que se festeja la onomástica del rey Leopoldo, primer Soberano de los belgas, cuyo mandato se extendió desde 1831 hasta 1865. El rey Balduino decidió en 1951 mantener este día como una jornada en la que los belgas pudieran demostrar su respeto y cariño a la Familia Real.
Las primeras bancas del templo estuvieron ocupadas por la reina Fabiola, Matilde y Felipe de Bélgica, el príncipe Laurent, la princesa Astrid y su esposo, el príncipe Lorenzo. Una vez concluída la ceremonia, los Herederos al Trono belga, ayudaron a su tía en su salida a la calle y demostraron, una vez más el afecto que le profesan.
Fuera los estaba esperando el público que brindó un cálido recibimiento a sus futuros soberanos, quienes dieron muestras de estar más enamorados que nunca. No pasaron desapercibidas las miradas cómplices y los gestos de cariño entre el primogénito de los Reyes y su esposa.