Matilde de Bélgica, el estilo y la elegancia de una princesa europea en Oriente
Durante su estancia en el centro, y especialmente en el contacto directo con los niños, se produjeron emotivas escenas que causaron admiración entre los educadores al ver cómo la princesa se saltaba el protocolo establecido y se involucraba con preguntas y respuestas en la actividad cotidiana del centro escolar para estos niños con problemas. Recientemente, Matilde ya hizo gala de su preocupación por la infancia más necesitada cuando hizo un viaje a Níger, el primero de carácter oficial que hacía al extranjero sola, con una delegación belga de UNICEF y visitaba una escuela para niños invidentes, donde declaró al hablar de su oficio de princesa y a la vez esposa del príncipe heredero: "Soy todavía nueva en esta función
Sólo llevo casada cuatro años".
Elegancia, estilo y distinción
Pero la princesa y su esposo han tenido también otras actividades durante su estancia en los Emiratos Arabes Unidos y el Sultanato de Omán, en las que Matilde dejó constancia de su elegancia, estilo y distinción, propios, según comentaron algunos de los representantes de los medios de comunicación que les acompañaban, así como sus anfitriones, de una princesa europea moderna. Luciendo atractivos conjuntos y joyas, la princesa causó admiración en más de una ocasión; por ejemplo, durante su recorrido por una exposición de arte en las Torres de los Emiratos, en Dubai; en una cena de gala que fue ofrecida en su honor en Seeb, en el Sultanato de Omán; durante la recepción que ofreció el embajador de Bélgica en el hotel Al Bustan, también en Omán, y en el impresionante Burj Al Arab Hotel, de Dubai, uno de los más lujosos del mundo (el techo transparente del gran salón permite la visión de un gigantesco acuario), donde asistieron a una cena de gala.
Por otro lado, al margen de sus actividades oficiales, Felipe y Matilde tuvieron tiempo también para recorrer zocos y mercadillos típicos, en los que efectuaron algunas compras, así como para admirar los atractivos turísticos de la región, haciendo un recorrido marítimo a bordo de un yate por el litoral del Golfo Pérsico, que rodea los territorios de los Emiratos Arabes Unidos.
"Somos un equipo"
Como decíamos, Felipe y Matilde saben ganarse la admiración de los pueblos que visitan por su gran profesionalidad y el desarrollo ejemplar de las funciones que realizan. En una entrevista que el príncipe concedió tiempo atrás, declaraba: "Trabajamos en equipo. No nos repartimos el trabajo, sino que lo hacemos juntos. Pienso que tengo mucha suerte". Y a ello añadía refiriéndose a Matilde, de quien se ha dicho en más de una ocasión que es «la sonrisa joven de la Monarquía belga»: "Tengo una compañera maravillosa, tanto en la vida pública como en la privada. Hay dos temas que me interesan mucho: la imagen de mi país en el extranjero y la imagen de nosotros mismos. Y en ello estamos". Ahora, con esta visita a los Emiratos Arabes Unidos y al Sultanato de Omán, han vuelto a poner de manifiesto que todas estas manifestaciones, así como las muestras de admiración que reciben, son una auténtica realidad.
Lo último de:
belga
Últimas Noticias
La actriz Thais Blume anuncia que está embarazada de su primer hijo
El baño de multitudes de los Reyes en el concierto de Ara Malikian con el que ha culminado la celebración por su diez años de reinado
La infanta Sofía se viste de fiesta con top de lentejuelas y tacones dorados en una noche especial
Afrutados, dulces o con notas amaderadas: así son los nuevos perfumes que te encantarán este verano
Si buscas un postre fácil, vistoso y de temporada... ¡aquí tienes uno delicioso!
Recordamos el vestido de novia desmontable y la tiara de Victoria de Suecia en su boda hace 14 años
Elegancia, estilo y distinción
Pero la princesa y su esposo han tenido también otras actividades durante su estancia en los Emiratos Arabes Unidos y el Sultanato de Omán, en las que Matilde dejó constancia de su elegancia, estilo y distinción, propios, según comentaron algunos de los representantes de los medios de comunicación que les acompañaban, así como sus anfitriones, de una princesa europea moderna. Luciendo atractivos conjuntos y joyas, la princesa causó admiración en más de una ocasión; por ejemplo, durante su recorrido por una exposición de arte en las Torres de los Emiratos, en Dubai; en una cena de gala que fue ofrecida en su honor en Seeb, en el Sultanato de Omán; durante la recepción que ofreció el embajador de Bélgica en el hotel Al Bustan, también en Omán, y en el impresionante Burj Al Arab Hotel, de Dubai, uno de los más lujosos del mundo (el techo transparente del gran salón permite la visión de un gigantesco acuario), donde asistieron a una cena de gala.
Por otro lado, al margen de sus actividades oficiales, Felipe y Matilde tuvieron tiempo también para recorrer zocos y mercadillos típicos, en los que efectuaron algunas compras, así como para admirar los atractivos turísticos de la región, haciendo un recorrido marítimo a bordo de un yate por el litoral del Golfo Pérsico, que rodea los territorios de los Emiratos Arabes Unidos.
"Somos un equipo"
Como decíamos, Felipe y Matilde saben ganarse la admiración de los pueblos que visitan por su gran profesionalidad y el desarrollo ejemplar de las funciones que realizan. En una entrevista que el príncipe concedió tiempo atrás, declaraba: "Trabajamos en equipo. No nos repartimos el trabajo, sino que lo hacemos juntos. Pienso que tengo mucha suerte". Y a ello añadía refiriéndose a Matilde, de quien se ha dicho en más de una ocasión que es «la sonrisa joven de la Monarquía belga»: "Tengo una compañera maravillosa, tanto en la vida pública como en la privada. Hay dos temas que me interesan mucho: la imagen de mi país en el extranjero y la imagen de nosotros mismos. Y en ello estamos". Ahora, con esta visita a los Emiratos Arabes Unidos y al Sultanato de Omán, han vuelto a poner de manifiesto que todas estas manifestaciones, así como las muestras de admiración que reciben, son una auténtica realidad.