Eugenia de York rompe la tradición eligiendo una tiara centenaria de diamantes y esmeraldas

Se esperaba que luciera el modelo 'York', el mismo que llevó su madre Sarah Ferguson en su boda con el príncipe Andrés

por Elena M. Medina

Como en la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry primero y en la de Sofía Palazuelo con el duque de Huéscar después, el vestido de novia de Eugenia de York fue desde el primer momento objeto de continuas especulaciones: acerca del diseñador encargado de elaborarlo, el tipo de silueta que elegiría para la ocasión, el largo de la cola… Otros detalles hasta ahora desconocidos sobre el estilismo nupcial también generaron interés, especialmente la tiara que la princesa llevaría para dar el sí, quiero a Jack Brooksbank. Y por fin se han resuelto todas las dudas. A su llegada a la Capilla de San Jorge, Eugenia ha caminado ante la atenta mirada de centenares de invitados con un diseño de Peter Pilotto y Christopher De Vos, que ha combinado con la tiara Greville Emerald Kokoshnik

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Uno de los aspectos más llamativos del look nupcial ha sido la ausencia de velo, pero no ha sido la única tradición que la Princesa ha dejado a un lado en su gran día. La elección de la tiara Greville Emerald Kokoshnik ha sido toda una sorpresa ya que se esperaba que la nieta de la reina Isabel II eligiera la tiara 'York', el diseño que lució su madre Sarah Ferguson el día que se casó con el príncipe Andrés en 1986, un regalo que le hizo la reina Isabel y que nadie ha lucido desde el año 2001. A diferencia de la duquesa de Cambridge y Meghan Markle que, al haber nacido fuera de la familia real podían elegir con mayor libertad, Eugenia de York tenía sus opciones más limitadas, o eso parecía. 

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Teniendo en cuenta que la reina Isabel custodia la colección de joyas más valiosa del mundo, el hecho de dejar a un lado la tradición ha permitido a Eugenia de York escoger entre diseños muy variados. Finalmente ha optado por esta vistosa tiara de esmeraldas, platino y diamantes conocida como Greville Emerald Kokoshnik. Según recoge el Palacio de Kensington en su web, se trata de un préstamo que la Reina ha hecho a su nieta. Es una creación que la firma de joyería Boucheron diseñó en 1919 para la dama de alta sociedad Margaret Greville, a quien perteneció la tiara en sus inicios hasta que le fue legada a la reina Isabel en 1942. El diseño cuenta con seis esmeraldas a cada lado y una gema de mayor tamaño en el centro de la creación. El nombre Kokoshnik hace referencia a la estética de la joya, inspirada en los tocados y coronas que proliferaban en la Rusia imperial y que se puso muy de moda en la década de los años veinte. Junto a la tiara, ha lucido unos pendientes también de esmeraldas y diamantes regalo de su ya marido, Jack Brooksbank. 

No es la única tiara de la colección de joyas de la Reina que tiene el sobrenombre de Greville. Otro conocido modelo, bautizado como Tiara Greville o Boucheron ha sido utilizado con asiduidad entre algunos miembros de la familia real británica. Por ejemplo, por su tía Camilla Parker, duquesa de Cornwall. Ese diseño también data de los años 20, está compuesta de diamantes y platino y tiene forma de diadema.