Más de cuatro mil invitados se dan cita en el lujoso banquete de cumpleaños del Sultán de Brunéi
Todo lo que rodea al Sultán de Brunéi es lujo y esplendor. Si el pasado mes de abril impresionó al mundo celebrando la boda de su hijo –Abdul Malik- con un despliegue de joyas sin precedentes, en esta ocasión ha sido su 69 cumpleaños el motivo por el que una de las cortes más ricas del mundo se ha vestido de gala.
Han sido miles de personas –incluyendo dignatarios nacionales y extranjeros- las que se han dado cita en las distintas celebraciones que ha vivido el Estado de Brunéi con motivo del cumpleaños del Sultán. El Istana Nurul Iman o "Palacio de la luz y la fe" -que alberga 1.778 habitaciones, cinco piscinas, una mezquita con capacidad para 1.500 personas y está repleta de oro y piedras preciosas- ha albergado unas fiestas que han llegado con un mes de retraso -Muda Hassanal Bolkiah nació un 15 de julio- debido a la celebración del Ramadán.
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Los fastos arrancaron con un gran desfile militar y la revista a la Guardia de Honor en los jardines del Palacio, tras lo cual comenzó una ceremonia de imposición de medallas de honor en el interior, todo ello presidido por la Familia Real desde la gran cúpula dorada que ocupa el Salón del Trono.
Al caer la noche llegaba el turno de que el homenajeado se diera cita con sus 4.000 invitados en un gran banquete real, con presencia de otras Casas Reales. Las trompetas de la Guardia Real anunciaron la llegada del Sultán y de su esposa, Raja Isteri Pengiran Anak Hajah Saleha, que hicieron su entrada en el gran salón acompañados de los Príncipes Herederos, el segundo en la línea de sucesión –el príncipe Abdul Malik- y sus nietos. Si los hombres vistieron trajes militares, ellas fueron las que se encargaron de poner el color con sus caftanes repletos de piedras preciosas y sus grandes joyas, tiara para la mujer del Sultán y grandes collares y broches de diamantes, además de otras gemas, pare el resto de las damas de la familia.
Juegos de luces, grandes mesas imperiales, miles de flores y cuidado en cada detalle para una noche que terminó con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales, lanzados desde los jardines del palacio, y que hicieron que las grandes cúpulas doradas que visten los tejados del reciento brillarán en la noche de Brunei. Las celebraciones no terminan aquí ya que durante toda la semana cientos de personas de distintos puntos del país ofrecen al Sultán sus felicitaciones con espectáculos de folclore tradicional y otros regalos, además de un campeonato de polo -deporte al que la Familia Real es muy aficionada- que organiza en su honor.