Kako de Japón y su atareada vida de adulta
Desde que llegó a la mayoría de edad, la nieta de los Emperadores es una más en los actos de la Familia Imperial e incluso se inicia en solitario cumpliendo con sus ancestros
El pasado 29 de diciembre, la princesa Kako de Japón cumplió los veinte años de edad, lo que en el Imperio del Sol Naciente se considera la entrada en la edad adulta. La nieta de los Emperadores, Akihito y Michiko se comprometió entonces a esforzarse al máximo con sus nuevos deberes oficiales. El primero de ellos ha sido comunicar a sus antepasados que ya está preparada para asumir su nuevo papel.
Igual que hizo su hermana mayor Mako, cuando cumplió la mayoría de edad en el año 2011, la princesa Kako ha dedicado su primer acto oficial en solitario a visitar el Mauselo Imperial Musashi en Hachioji, una ciudad situada a 40 km al oeste de la capital japonesa. Allí se encuentran las tumbas de sus bisabuelos, los emperadores Showa y Kojun, y sus tatarabuelos, los emperadores Taisho y Teimei. Un lugar cargado de historia y uno de los más especiales para la Familia Imperial.
Con el fin de mostrar respeto e “informar” de que ya se ha convertido en una mujer adulta, la hija mediana del príncipe Akishino -hermano del príncipe heredero Naruhito- y la princesa Kiko, acudió en solitario al cementerio con un abrigo hasta los pies negro y un sombrero pequeño a juego, y protegida por un paraguas ya que la lluvia caía con fuerza en la mañana de Tokio.
Aunque este era su primer acto en solitario, en las últimas semanas Kako de Japón ha podido disfrutar de su nuevo estatus y estar presente en algunas citas oficiales. La Princesa ocupó su nuevo lugar en el balcón junto al resto de la Familia Imperial en las celebraciones del nuevo año y estuvo en la lectura de poesía que se celebra cada año en el Palacio, donde se dan a conocer los “waka” o poemas, escritos por ellos mismos.
Con esta visita al mausoleo se completa así una transición que comenzó en el momento de su cumpleaños, cuando se celebró una gran puesta de largo a la antigua usanza. Con un vestido y una tiara que recordaba a las reinas y princesas de la realeza europea en los sesenta.
Un acto que no se perdió ningún miembro de la familia -su tía la princesa Masako incluída- y tras el que se produjo su primera rueda de prensa. Momento en el cual comunicó su ingreso en la Universidad Internacional Cristiana de Tokio para estudiar artes liberales y perfeccionar sus conocimientos de inglés.